Un estudio publicado en abril de 2025 en las *Proceedings of the National Academy of Sciences* (PNAS) corrobora la idea de que las lenguas son un reflejo de las preocupaciones culturales de sus hablantes. La investigación, liderada por Charles Kemp y Temuulen Khishigsuren de la Universidad de Melbourne, junto con Terry Regier de la Universidad de California, Berkeley, analizó la proporción del vocabulario dedicado a ciertos dominios en más de 600 idiomas.
Los investigadores desarrollaron un módulo en línea para explorar estos hallazgos, identificando qué idiomas poseen la mayor cantidad de términos para cada concepto y qué conceptos están más desarrollados en cada lengua. Los resultados confirman intuiciones previas: el árabe, el persa y las lenguas aborígenes australianas son ricas en términos que describen el desierto, mientras que el sánscrito, el tamil y el tailandés cuentan con vocabularios detallados para los elefantes. Sorprendentemente, las lenguas oceánicas, como el marshallés, presentan una gran cantidad de palabras para los olores, distinguiendo entre "melemel" (el olor de la sangre) y "jatbo" (el olor de la ropa mojada). Este estudio respalda la hipótesis de la relatividad lingüística, sugiriendo que el lenguaje puede influir sutilmente en nuestra percepción del mundo. Victor Mair, experto en lengua china de la Universidad de Pensilvania, señala que el lenguaje "no impone límites, dirige". Lynne Murphy, lingüista de la Universidad de Sussex, añade que la diferencia entre idiomas radica en la eficiencia comunicativa, no en la capacidad cognitiva, y que "cualquier idioma puede hablar de cualquier cosa". La investigación subraya que nuestro propio idioma no es neutral y que los patrones de elaboración léxica de otras lenguas pueden parecer extraños, así como los patrones del inglés o el francés pueden serlo para otros hablantes. Las palabras que elegimos para elaborar y distinguir reflejan nuestras prioridades colectivas, ofreciendo la lingüística comparada un espejo para contemplar nuestra diversidad cultural y reconocer nuestra humanidad compartida.