Según informes, Rusia está considerando países de Oriente Medio como Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Omán como posibles lugares para negociaciones directas con Ucrania en 2025. Fuentes familiarizadas con el asunto sugieren que este cambio se produce porque Moscú considera que el Vaticano es un mediador inadecuado.
Las reservas del Kremlin sobre el Vaticano se derivan de su ubicación dentro de un estado miembro de la OTAN y la UE. Además, las sanciones occidentales imponen restricciones de viaje a numerosos funcionarios rusos, lo que podría dificultar su participación en las conversaciones celebradas en Italia.
A pesar de sugerencias anteriores, incluida una de Donald Trump después de una conversación con Vladimir Putin en mayo de 2025, Rusia considera al Vaticano como una plataforma incómoda, dados los antecedentes predominantemente cristianos ortodoxos tanto de Rusia como de Ucrania. El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, describió los esfuerzos para coordinar las conversaciones en el Vaticano como "poco realistas".