Más de 1.2 Millones de Inmigrantes Dejan la Fuerza Laboral de EE. UU. entre Enero y Julio de 2025, Afectando Sectores Clave

Datos preliminares del Censo, analizados por el Pew Research Center, revelan que más de 1.2 millones de inmigrantes han abandonado la fuerza laboral estadounidense entre enero y julio de 2025. Esta disminución, que abarca tanto a inmigrantes indocumentados como a residentes legales, sigue a un récord de 14 millones de inmigrantes en 2023 y genera preocupación por la escasez de mano de obra en industrias esenciales. Los inmigrantes representan casi el 20% de la fuerza laboral estadounidense y son fundamentales en sectores como la agricultura, la construcción y los servicios. Específicamente, constituyen el 45% de los trabajadores en agricultura, pesca y silvicultura, el 30% en construcción y el 24% en servicios, subrayando su papel vital en la economía del país.

Las razones exactas de este éxodo aún no están claras. La investigadora Stephanie Kramer sugiere que podría deberse a salidas voluntarias, deportaciones, subregistro o problemas técnicos. Sin embargo, las cifras preliminares, que apuntan a una migración neta negativa, se consideran lo suficientemente significativas como para indicar un declive real, en un contexto de políticas de inmigración más estrictas. La economista Pia Orrenius, de la Reserva Federal de Dallas, estima que los inmigrantes son responsables de "al menos el 50% del crecimiento del empleo en EE. UU.", lo que pone de relieve su contribución al dinamismo económico.

La salida de trabajadores inmigrantes ya se percibe en diversas áreas. El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) informa que aproximadamente el 43% de los proveedores de atención domiciliaria son inmigrantes. Arnulfo De La Cruz, funcionario del SEIU, ha expresado inquietud sobre la futura disponibilidad de cuidadores para la población estadounidense si esta tendencia persiste. Por su parte, el economista Ken Simonson, de la asociación de la industria de la construcción, señaló que las empresas contratarían más personal si pudieran encontrar trabajadores calificados y dispuestos, y si la aplicación más estricta de las leyes de inmigración no estuviera limitando la oferta laboral.

Una encuesta de FWD.us indica que las políticas de inmigración anunciadas podrían incrementar los costos para las familias estadounidenses en $2,150 anuales, debido a su impacto en la fuerza laboral del país. Estos desarrollos subrayan la compleja interrelación entre las políticas de inmigración y la economía estadounidense, afectando la disponibilidad de mano de obra y los costos para los consumidores. La economía estadounidense se enfrenta a un desafío significativo en la reposición de su fuerza laboral, con implicaciones directas en la capacidad de crecimiento y la estabilidad de sectores críticos.