El 8 de agosto de 2025 marca la entrada en vigor de la Ley Europea de Libertad de Prensa (EMFA), una legislación pionera destinada a fortalecer la independencia y el pluralismo de los medios en la Unión Europea. La EMFA aborda preocupaciones críticas como la concentración de la propiedad de los medios, las presiones publicitarias y el control gubernamental sobre los medios de servicio público. El escándalo del software espía Pegasus, que expuso el espionaje a periodistas en países como Hungría y Grecia, fue un catalizador para la adopción acelerada de esta ley. La ley exige a los estados miembros garantizar la protección de las fuentes periodísticas y las comunicaciones confidenciales, y prohíbe explícitamente la interferencia estatal en las políticas editoriales de los medios.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha señalado que, aunque la ley fue adoptada en marzo de 2024, muchos estados miembros han retrasado su implementación, instando a una rápida alineación de las regulaciones nacionales y a su aplicación efectiva. La organización también ha solicitado a la Comisión Europea que inicie procedimientos contra los estados incumplidores. Un informe de la Unión de Libertades Civiles para Europa destacó previamente la concentración de la propiedad de los medios como un factor que ahoga el pluralismo y la tendencia de los gobiernos a debilitar la libertad de prensa. La EMFA busca contrarrestar estas tendencias, asegurando el acceso ciudadano a información diversa y fiable, un pilar democrático fundamental.