Brasil ha dado un paso decisivo en la protección animal y la innovación científica al promulgar la Ley 15.183/25 en julio de 2025, la cual prohíbe de manera integral el uso de animales vivos en pruebas de laboratorio para el desarrollo de productos de higiene personal, cosméticos y perfumes. Esta legislación, que entró en vigor el 31 de julio de 2025, posiciona a Brasil a la vanguardia de las prácticas éticas en la industria de la belleza, alineándose con estándares internacionales y promoviendo un futuro más compasivo. La ley federal prohíbe el uso de animales vertebrados vivos para evaluar la seguridad, eficacia o toxicidad de ingredientes cosméticos. Las empresas que realizaron pruebas en animales antes de la entrada en vigor de la ley podrán comercializar sus productos, pero no podrán usar etiquetas como "no testado en animales" o "libre de crueldad". Las autoridades sanitarias disponen de dos años para promover y diseminar métodos de prueba alternativos.
Empresas como O Boticário y Natura ya están adoptando tecnologías avanzadas, como piel humana impresa en 3D y "órganos en un chip", para evaluar la seguridad y eficacia de sus productos, demostrando que el progreso científico y el bienestar animal pueden coexistir. Esta prohibición en Brasil se suma a una tendencia global creciente, con la Unión Europea liderando desde 2013, seguida por países como el Reino Unido, India, México y Corea del Sur. En Estados Unidos, aunque no hay una ley federal, doce estados han implementado prohibiciones similares. La transición hacia métodos de prueba sin animales, como ensayos in vitro y modelos computacionales, no solo responde a una demanda ética sino que también estimula la innovación, ofreciendo resultados más precisos y eficientes, redefiniendo el panorama de la investigación y el desarrollo en la industria cosmética.