En un gesto diplomático significativo, Bielorrusia ha liberado a 52 presos políticos, incluyendo 14 ciudadanos extranjeros, el 11 de septiembre de 2025. Esta acción se produce tras una apelación diplomática de Estados Unidos, que a su vez ha aliviado ciertas sanciones sobre la aerolínea nacional bielorrusa, Belavia, en un esfuerzo por mejorar las relaciones bilaterales.
Entre los liberados se encuentran figuras prominentes de la oposición y periodistas. Mikalai Statkevich, veterano activista de la oposición, y el periodista Ihar Losik, detenido desde diciembre de 2021, figuran entre los excarcelados. La liberación de Losik se produce después de que fuera sentenciado a 15 años de prisión por cargos relacionados con la organización de disturbios masivos e incitación al odio social. Statkevich, quien había sido sentenciado a 14 años, se encontraba detenido desde mayo de 2020.
Como respuesta a estos gestos, Estados Unidos anunció la atenuación de algunas sanciones sobre Belavia. Esta medida permitirá a la aerolínea mantener y adquirir componentes para su flota existente, que incluye aviones Boeing. La decisión fue confirmada por el enviado especial de EE. UU. para Ucrania y Bielorrusia, John Coale, quien se reunió con el presidente bielorruso Alexander Lukashenko en Minsk. Coale también expresó el deseo de EE. UU. de reabrir su embajada en Minsk y normalizar las relaciones diplomáticas.
Las relaciones entre Estados Unidos y Bielorrusia han estado marcadas por la tensión, con EE. UU. imponiendo sanciones desde 2006 debido a preocupaciones sobre derechos humanos y procesos democráticos. Las sanciones se intensificaron en 2020 y 2021 tras las elecciones presidenciales disputadas y el incidente del vuelo de Ryanair. En agosto de 2024, Belavia fue designada formalmente bajo sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE. UU.
Organizaciones de derechos humanos y expertos de la ONU han expresado su continua preocupación por la situación en Bielorrusia. Un informe reciente del Grupo de Expertos Independientes de la ONU sobre la Situación de los Derechos Humanos en Bielorrusia encontró motivos razonables para creer que se ha cometido el crimen de lesa humanidad de persecución en el país. Se estima que alrededor de 1.200 presos políticos permanecían detenidos en Bielorrusia en septiembre de 2024.
La líder de la oposición en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, expresó cautela ante el alivio de las sanciones, advirtiendo que podría beneficiar inadvertidamente a Rusia y criticando el movimiento como un "intercambio de vidas humanas" sin cambios políticos sistémicos por parte de Lukashenko. A pesar de estas preocupaciones, la liberación de los presos y el alivio de las sanciones representan un desarrollo significativo en los esfuerzos de Bielorrusia por reintegrarse en la comunidad internacional y buscar una mejora en sus relaciones con Occidente.