En la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo sin Acceso Marítimo (LLDC3), celebrada en Awaza, Turkmenistán, el Embajador de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, reiteró el firme compromiso del Reino con el apoyo a los países africanos sin litoral, con especial énfasis en la región del Sahel. Marruecos considera la cooperación con estas naciones una prioridad estratégica, buscando fortalecer su desarrollo y la integración regional.
La iniciativa real, lanzada por el Rey Mohammed VI en diciembre de 2023, tiene como objetivo fundamental proporcionar a los países del Sahel —Malí, Burkina Faso y Níger— un acceso vital al Océano Atlántico. Este proyecto ambicioso aprovecha la infraestructura de transporte y logística de Marruecos, incluyendo sus puertos, carreteras y redes ferroviarias, para impulsar el crecimiento económico y la conectividad de estas naciones. La iniciativa busca transformar las economías de la región, mejorar la integración regional y acelerar el desarrollo para una paz y estabilidad compartidas. Se espera que esta estrategia revitalice las economías de los países del Sahel, que históricamente han enfrentado desafíos significativos debido a su condición de enclaustramiento geográfico, estimando que el acceso al Atlántico podría mejorar su posición en las cadenas de valor globales.
En abril de 2025, los ministros de Asuntos Exteriores de Malí, Burkina Faso y Níger se reunieron con el Rey Mohammed VI para expresar su apoyo y compromiso con la aceleración de esta iniciativa. Esta colaboración subraya la importancia de asegurar vías comerciales alternativas y fortalecer la cooperación Sur-Sur. La iniciativa no solo facilitará el acceso al océano, sino que también se espera que impulse la inversión, cree oportunidades de empleo, especialmente para los jóvenes, y fortalezca la posición económica de África en el escenario mundial.
El proyecto también se alinea con la visión de Marruecos de una África unida y próspera, buscando integrar a estos países en las cadenas de valor globales y abriendo nuevas perspectivas de crecimiento humano, social y económico. La iniciativa marroquí responde a los desafíos regionales, incluyendo las presiones migratorias, y tiene como objetivo crear puestos de trabajo sostenibles, reduciendo la necesidad de viajes peligrosos al extranjero. Además, ofrece oportunidades de inversión para empresas internacionales en sectores como el comercio, la energía renovable, la tecnología y la infraestructura.
La consolidación de los lazos entre Marruecos y los estados del Sahel podría reconfigurar la dinámica de poder regional y el panorama de seguridad en África Occidental, especialmente a medida que estas naciones buscan diversificar sus alianzas y reducir su dependencia de socios tradicionales. El éxito de esta iniciativa dependerá de la financiación, un marco regulatorio robusto y la superación de desafíos como la piratería y la armonización con los actores de la gobernanza marítima.