La alianza OPEP+, conformada por 22 naciones productoras de petróleo, ha logrado cumplir únicamente el 75% de sus objetivos de aumento en la producción hasta el 26 de septiembre de 2025. Esta cifra se traduce en un déficit de aproximadamente 500.000 barriles diarios (bpd) respecto a lo planeado, lo que subraya las dificultades asociadas a las limitaciones de capacidad de varios de sus miembros y a los ajustes por compensación. La situación ha generado intensas negociaciones dentro del grupo, con delegados reunidos en Viena entre el 18 y 19 de septiembre de 2025 para reevaluar las estimaciones de capacidad de producción, con el fin de establecer nuevas bases de referencia para 2027.
Desde abril de 2025, ocho miembros clave de la OPEP+ iniciaron un plan para revertir gradualmente los recortes de producción, con la meta de eliminar por completo un recorte de 2.2 millones de bpd para finales de septiembre. Adicionalmente, se proyectaba una reducción de 1.65 millones de bpd a partir de octubre. Sin embargo, la realidad operativa ha presentado mayores complejidades. Miembros significativos como Rusia, Irak y Kazajistán operan cerca de sus límites de producción sostenibles. En el caso de Rusia, factores logísticos y geopolíticos, incluyendo sanciones y desafíos de infraestructura, han obstaculizado su capacidad de respuesta. La escasez de capacidad de producción de reserva dentro de la OPEP+ es un factor determinante, con la Agencia Internacional de Energía (AIE) estimando en agosto de 2025 que la capacidad de reserva del grupo ascendía a 4.1 millones de bpd, concentrada mayoritariamente en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Las discusiones en Viena buscan establecer las bases para un futuro más predecible, ajustando las cuotas de producción a la capacidad real y sostenible de cada nación miembro. La secretaría de la OPEP+ presentará una propuesta formal a los ministros del grupo antes de fin de año. Este proceso de recalibración es crucial para asegurar que los objetivos de producción sean realistas y alcanzables, reflejando las condiciones actuales del mercado y las capacidades individuales de los miembros. La capacidad de la OPEP+ para gestionar la oferta de petróleo tiene un impacto directo en la estabilidad económica global y en los precios de la energía, factores esenciales para el desarrollo de las economías a nivel mundial.