La Comisión Europea ha impuesto una multa de 2.950 millones de euros (aproximadamente 3.450 millones de dólares) a Google, filial de Alphabet, por infringir las normativas de competencia de la UE. La sanción se debe a las prácticas de "autocorrección" de la compañía en el mercado de tecnología publicitaria, favoreciendo sus propios servicios en detrimento de competidores.
Esta decisión, que marca la cuarta gran multa impuesta por la UE a Google en casos de antimonopolio, exige a la gigante tecnológica cesar estas prácticas y tomar medidas para eliminar los conflictos de interés inherentes en su cadena de suministro de tecnología publicitaria. Google tiene un plazo de 60 días para presentar un plan de cumplimiento, y la Comisión ha advertido que podría imponer medidas estructurales, como la desinversión de partes de su negocio de publicidad, si no se abordan adecuadamente las preocupaciones.
La investigación de la Comisión, iniciada en junio de 2021, concluyó que Google abusó de su posición dominante en el ecosistema de tecnología publicitaria. Específicamente, se encontró que la empresa favoreció su propio intercambio de anuncios, AdX, y su servidor de anuncios para editores, DoubleClick for Publishers (DFP), al proporcionar a AdX información privilegiada sobre las pujas de la competencia. Estas acciones, según la Comisión, han distorsionado la competencia y reforzado la posición central de AdX, permitiendo a Google cobrar tarifas elevadas.
Google ha expresado su desacuerdo con la decisión, calificándola de "injustificada" y anunciando su intención de apelar. La compañía argumenta que la multa y las exigencias de cambio perjudicarán a miles de empresas europeas al dificultar su capacidad para generar ingresos. Sin embargo, la Comisión Europea sostiene que estas prácticas son ilegales bajo las reglas de competencia de la UE y han resultado en mayores costos para los anunciantes.
Este fallo se produce en un contexto de crecientes esfuerzos regulatorios a nivel mundial para controlar el poder de las grandes empresas tecnológicas. La acción de la UE se alinea con investigaciones similares en otros países, como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, que también están examinando las prácticas de publicidad digital de Google. La multa también surge en un momento de tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos, lo que ha generado declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha criticado la medida como "muy injusta" y perjudicial para la inversión y el empleo en Estados Unidos.
Históricamente, Google ha enfrentado múltiples sanciones por parte de la UE, incluyendo multas por un total de más de 8.000 millones de euros por violaciones de antimonopolio relacionadas con Google Shopping, el sistema operativo Android y AdSense. La multa de 2018 por prácticas anticompetitivas en Android ascendió a 4.120 millones de euros. La Comisión Europea ha señalado que las medidas correctivas anteriores no han sido suficientes para garantizar la competencia, lo que subraya la determinación del bloque de abordar las prácticas anticompetitivas en el sector digital.