La misión Tianwen-3 de China, cuyo lanzamiento está previsto para alrededor de 2028, se perfila como un hito monumental en la exploración planetaria con el objetivo de traer muestras de Marte a la Tierra por primera vez. Este ambicioso proyecto, liderado por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), no solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también subraya un creciente espíritu de colaboración internacional en la ciencia espacial. La CNSA ha extendido una invitación abierta a socios globales, ofreciendo 20 kilogramos de capacidad de carga útil para instrumentos colaborativos, reflejando un compromiso compartido con el descubrimiento científico y el avance tecnológico.
La fecha límite para la presentación de propuestas de carga útil internacional es el 30 de junio de 2025, con una selección final prevista para octubre de 2025. La nave espacial Tianwen-3 constará de un módulo de aterrizaje, un vehículo de ascenso, un módulo de servicio, un orbitador y un módulo de retorno, equipada con seis cargas útiles científicas diseñadas para buscar signos de vida, analizar la geología marciana y estudiar fenómenos atmosféricos. Se han identificado tres sitios de aterrizaje potenciales: Amazonis Planitia, Utopia Planitia y Chryse Planitia, seleccionados por su potencial para preservar biofirmas y cumplir con los requisitos de ingeniería. La misión se alinea con la creciente influencia de China en la exploración espacial, siguiendo los éxitos de Tianwen-1. El objetivo principal es la búsqueda de firmas de vida, pero también explorará el clima marciano, su geología y procesos internos, buscando revolucionar nuestra comprensión de Marte y la posibilidad de vida extraterrestre.