La misión Juno de la NASA concluye una década de exploración de Júpiter

Editado por: Tetiana Martynovska 17

La nave espacial Juno de la NASA ha concluido oficialmente su misión de exploración de Júpiter, marcando el fin de casi una década de operaciones científicas. Lanzada el 5 de agosto de 2011, Juno llegó a la órbita de Júpiter el 4 de julio de 2016, tras un viaje de cinco años. La misión, que originalmente estaba concebida para una duración más corta, experimentó varias extensiones, siendo la aprobación final en 2021 la que permitió extender sus operaciones hasta septiembre de 2025.

Durante su prolongada estancia, Juno realizó aproximaciones cercanas a las principales lunas de Júpiter, incluyendo Ganímedes, Europa e Ío, recopilando datos cruciales sobre sus características geológicas, condiciones atmosféricas y composición química. Juno también midió la tasa de producción de oxígeno en Europa, encontrando que era aproximadamente 12 kilogramos por segundo, una cifra inferior a algunas estimaciones previas. La nave espacial también estudió el sutil sistema de anillos de Júpiter y mapeó meticulosamente los formidables campos magnéticos y gravitacionales del planeta, revelando información sobre su compleja estructura interna y un núcleo diluido. El campo magnético de Júpiter es el más potente del sistema solar, exceptuando al del Sol, y domina una vasta región conocida como magnetosfera.

En abril de 2025, Juno entró brevemente en modo seguro durante su sobrevuelo número 71 de Júpiter. Esta fue una medida de precaución tomada debido a la intensa radiación que rodea al gigante gaseoso. El control de la misión de la NASA restauró con éxito la comunicación y la transmisión de datos, permitiendo a Juno reanudar sus objetivos científicos. A pesar de estos desafíos, la nave espacial demostró una notable resiliencia, habiendo entrado en modo seguro en otras ocasiones debido al hostil entorno de Júpiter.

La misión Juno ha sido fundamental para desentrañar los misterios de Júpiter, proporcionando información sin precedentes sobre su atmósfera, magnetosfera y su diverso sistema de satélites. Los datos recopilados a lo largo de casi una década han ampliado significativamente nuestra comprensión de este gigante gaseoso. La misión concluyó oficialmente el finales de septiembre de 2025, marcando el fin de las operaciones de la nave espacial Juno. Sin embargo, el legado de Juno perdura a través de los vastos conocimientos que ha aportado a la ciencia planetaria, inspirando futuras exploraciones del sistema joviano.

La misión, que se propuso originalmente en 2003, ha superado con creces su vida útil prevista, demostrando la capacidad de la tecnología espacial para operar en entornos extremos. El entorno de radiación de Júpiter es uno de los más hostiles del sistema solar, y Juno ha navegado a través de él gracias a un escudo de titanio diseñado para proteger sus componentes electrónicos. La misión ha proporcionado datos que ayudan a comprender la formación de nuestro sistema solar y otros sistemas planetarios. La exploración de Juno ha revelado la complejidad de la atmósfera de Júpiter, incluyendo la presencia de tormentas gigantes y un campo magnético dinámico. La nave espacial también ha proporcionado vistas detalladas de los anillos de Júpiter y ha estudiado la actividad volcánica de Ío, la luna más activa volcánicamente del sistema solar, recopilando datos que sugieren que sus volcanes son impulsados por cámaras de magma individuales.

El fin de la misión Juno, con su deliberada inmersión en la atmósfera de Júpiter, es un acto de protección planetaria para prevenir la contaminación de las lunas jovianas, como Europa, que son candidatas para albergar vida.

Fuentes

  • Space.com

  • Juno - NASA Science

  • NASA’s Juno Back to Normal Operations After Entering Safe Mode

  • See NASA Juno’s Jaw-Dropping New Jupiter Photos

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