Un equipo de ingenieros de la Universidad Estatal de Ohio está a la vanguardia del desarrollo de un sistema de propulsión nuclear revolucionario, el Cohete Nuclear Térmico Centrífugo (CNTR), que utiliza uranio líquido para calentar directamente el propulsor del cohete. Este enfoque innovador promete mejorar significativamente la eficiencia y reducir los tiempos de viaje en el espacio en comparación con los motores químicos tradicionales.
El interés en la propulsión nuclear térmica ha crecido considerablemente, impulsado por la necesidad de sistemas de propulsión más avanzados para misiones a la Luna y al espacio cis-lunar. Los motores químicos actuales, aunque fundamentales para la exploración espacial, presentan limitaciones inherentes en cuanto a empuje y consumo de combustible, lo que resulta en duraciones de misión prolongadas. Por ejemplo, la misión New Horizons a Plutón tardó nueve años en completar su viaje, lo que subraya la necesidad de tecnologías de propulsión más rápidas y eficientes.
El diseño del CNTR tiene como objetivo duplicar la eficiencia de los motores químicos actuales. Mientras que los motores químicos alcanzan un impulso específico de aproximadamente 450 segundos, los motores de propulsión nuclear probados en la década de 1960 alcanzaron alrededor de 900 segundos. Se proyecta que el CNTR supere estas cifras, con un impulso específico potencial de hasta 1.800 segundos, lo que podría transformar los viajes espaciales al permitir trayectos más rápidos y reducir la necesidad de combustible.
Spencer Christian, estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Ohio, señaló que esta tecnología podría posibilitar un viaje de ida a Marte en tan solo seis meses, en comparación con el año que tardan las misiones actuales. La propulsión nuclear térmica también ofrecería una mayor flexibilidad en las trayectorias de misión, permitiendo viajes de ida y vuelta más rápidos a Marte y facilitando misiones robóticas a planetas exteriores. La capacidad del CNTR para utilizar diversos propulsores, como el metano extraído de asteroides, abre nuevas vías para la exploración y utilización de recursos espaciales.
Sin embargo, el desarrollo del CNTR enfrenta desafíos de ingeniería significativos. Asegurar una operación estable, minimizar la pérdida de combustible de uranio y prevenir fallos en el motor son obstáculos críticos que el equipo está abordando. A pesar de estos desafíos, el proyecto se espera que alcance la preparación del diseño en los próximos cinco años, con una demostración de laboratorio planificada para guiar futuras tecnologías de propulsión nuclear térmica.
La investigación se alinea con el compromiso de la Universidad Estatal de Ohio con la innovación aeroespacial, habiendo participado en el Programa de Divulgación de Propulsión Aeroespacial (APOP) en abril de 2025. A fecha de 17 de septiembre de 2025, el proyecto CNTR está avanzando, con un equipo colaborativo de profesores, estudiantes y socios industriales dedicados a mejorar los viajes espaciales a través de la propulsión nuclear térmica.