SpaceX ha logrado un avance crucial en el desarrollo de su cohete Starship, al encender con éxito los 33 motores Raptor en una reciente prueba de vuelo. La imagen de este logro, compartida por Elon Musk, fundador de SpaceX, muestra la impresionante disposición circular de los motores bajo el propulsor Super Heavy.
Cada motor Raptor genera un empuje superior al doble que los cuatro motores de un Boeing 747, lo que subraya la formidable potencia del sistema. El propulsor Super Heavy, con sus 33 motores Raptor, es capaz de producir aproximadamente 17 millones de libras de empuje al despegue, consolidándose como el cohete más potente jamás construido. Esta cifra casi duplica el empuje de 8.8 millones de libras del cohete Space Launch System (SLS) de la NASA y supera con creces al Saturn V, el vehículo que impulsó las misiones Apolo.
La capacidad de generar tal cantidad de fuerza es fundamental para las ambiciones de SpaceX de expandir el alcance de la exploración espacial. Elon Musk ha anticipado el desarrollo de Starship V4, que incorporará 42 motores Raptor y se espera que esté listo para volar en 2027. Se prevé que este incremento en el número de motores proporcione un empuje mayor, permitiendo el transporte de cargas útiles más pesadas y facilitando misiones de mayor alcance interplanetario.
El sistema Starship es el eje central de las aspiraciones de SpaceX para la exploración espacial futura, incluyendo misiones a la Luna y Marte. El encendido exitoso de los 33 motores Raptor es un paso crucial en la validación de la tecnología necesaria para alcanzar estos objetivos, demostrando el progreso de la compañía en la creación de una nave espacial completamente reutilizable, capaz de transportar cargas sustanciales en misiones interplanetarias.
La capacidad de reutilización promete reducir drásticamente los costos de acceso al espacio, abriendo nuevas posibilidades para la investigación científica y la colonización de otros mundos. SpaceX ha estado realizando pruebas rigurosas en sus instalaciones de Starbase, Texas, enfocándose no solo en el encendido de motores, sino también en la integridad estructural del vehículo y en los sistemas de control de vuelo, aspectos vitales para la seguridad y el éxito de las futuras misiones tripuladas. La compañía también ha destacado la eficiencia de los motores Raptor, que utilizan metano líquido y oxígeno líquido, una combinación que ofrece alto rendimiento y es potencialmente más fácil de producir en otros planetas, como Marte, facilitando así las operaciones de reabastecimiento y las misiones de retorno.