La revisión de seguridad de la NASA destaca los desafíos del Boeing Starliner en medio de un renovado impulso para la defensa antimisiles basada en el espacio

El Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial (ASAP) de la NASA ha expresado su preocupación con respecto a las misiones Starliner de Boeing, a pesar de la dependencia de la agencia de la nave espacial para el transporte comercial de tripulación a la Estación Espacial Internacional (ISS). La revisión de seguridad de 2024 del panel identificó problemas no resueltos que podrían afectar potencialmente las misiones futuras. Estas preocupaciones surgen cuando el Departamento de Defensa de EE. UU. tiene la orden de desarrollar un escudo de defensa antimisiles de próxima generación, que podría incluir interceptores basados en el espacio (SBI), que recuerdan la Iniciativa de Defensa Estratégica del presidente Reagan. El informe de ASAP subraya la necesidad de que la NASA evalúe cuidadosamente los riesgos asociados con las asociaciones comerciales, asegurando que los protocolos de seguridad no se vean comprometidos. El primer vuelo tripulado del Starliner, empañado por fugas de helio, fallas en el motor e imprecisiones en la navegación, requiere evaluaciones de seguridad exhaustivas para evitar poner en peligro a los astronautas durante el reingreso. El panel insta a la NASA a mantener la vigilancia sobre la seguridad de la tripulación, enfatizando la importancia de una clara distribución de roles entre la agencia y sus contratistas. El desarrollo de sistemas de defensa antimisiles basados en el espacio enfrenta críticas debido a los desafíos técnicos, financieros y geopolíticos. Los críticos argumentan que tales sistemas son imprácticos, costosos de mantener y podrían intensificar la inestabilidad global y las carreras armamentistas. Las preocupaciones también incluyen la posible generación de desechos espaciales peligrosos y el socavamiento de los esfuerzos diplomáticos para prevenir una carrera armamentista en el espacio exterior. Si bien Boeing tiene como objetivo realizar seis misiones tripuladas para 2030, los retrasos en la certificación plantean interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo como proveedor de servicios. Mientras tanto, SpaceX continúa ejecutando con éxito misiones tripuladas con su nave espacial Crew Dragon, con la décima misión planeada para marzo de 2025. La yuxtaposición de los desafíos de Starliner y el renovado impulso para la defensa antimisiles basada en el espacio destaca las complejidades y los riesgos inherentes a la exploración espacial y las iniciativas de seguridad.