Descubrimiento de tornados magnéticos en Júpiter revela anticlones gigantes en la atmósfera

Los científicos planetarios han emitido una advertencia de tornado para Júpiter tras el descubrimiento de vórtices magnéticos que descienden de la ionosfera del planeta hacia su atmósfera profunda, dando lugar a gigantescos anticiclones que absorben luz ultravioleta, cada uno del tamaño de la Tierra.

Estas tormentas anticiclónicas, visibles como óvalos oscuros en la estratosfera de Júpiter, fueron observadas por primera vez en luz ultravioleta por el Telescopio Espacial Hubble a finales de los años 90 y confirmadas en el polo norte por la sonda Cassini de la NASA en 2000. Sin embargo, su formación seguía siendo un misterio.

Investigaciones lideradas por Troy Tsubota de la Universidad de California, Berkeley, han revelado que estos óvalos oscuros son creados por tornados magnéticos giratorios generados por la fricción entre las líneas del campo magnético en el potente campo magnético de Júpiter.

El avance se produjo al analizar imágenes obtenidas a través del proyecto Outer Planet Atmospheres Legacy (OPAL), que rastrea los cambios en las apariencias de los planetas gigantes. Tsubota indicó que la imagen anual de Hubble proporcionó información esencial sobre el fenómeno.

Entre 2015 y 2022, Tsubota identificó óvalos oscuros en el polo sur de Júpiter en tres cuartas partes de las imágenes, mientras que solo se notó una instancia en el polo norte. La concentración del campo magnético de Júpiter en sus polos dirige partículas cargadas hacia estas regiones, lo que provoca auroras detectables únicamente en luz ultravioleta.

Para comprender mejor los óvalos oscuros, Tsubota colaboró con Michael Wong y otros científicos planetarios. Propusieron que la fricción entre las líneas del campo magnético en el Torus de Plasma de Io, un anillo de partículas cargadas de la luna volcánica de Júpiter, Io, y las líneas en la ionosfera podrían generar vórtices magnéticos que se extienden profundamente en la estratosfera de Júpiter. Esta interacción podría agitar aerosoles, formando la densa neblina absorbente de ultravioleta característica de los óvalos oscuros.

Las observaciones actuales indican que la neblina dentro de estos óvalos es significativamente más densa que las concentraciones atmosféricas típicas, lo que sugiere que la dinámica de los vórtices juega un papel crucial en su formación en lugar de reacciones químicas. Los óvalos oscuros parecen tardar aproximadamente un mes en formarse y luego disolverse en unas pocas semanas, lo que indica una regularidad que sugiere que Júpiter se encuentra en un 'pasillo de tornados magnéticos.'

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