Los vehículos eléctricos (VE) están demostrando ser una opción cada vez más segura en nuestras carreteras. Datos recientes de 2025, recopilados por Auto Insurance EZ a partir de análisis de accidentes de tráfico en EE. UU., indican que la incidencia de incendios en vehículos eléctricos es notablemente baja, situándose en aproximadamente 25 incendios por cada 100.000 vehículos vendidos. En contraste, los vehículos híbridos registran alrededor de 3.475 incendios por cada 100.000 vehículos vendidos, y los vehículos con motor de combustión interna (gasolina o diésel) experimentan aproximadamente 1.530 incendios por cada 100.000 vehículos vendidos. Estas cifras subrayan una clara ventaja de seguridad para los vehículos eléctricos en términos de riesgo de incendio.
Si bien la frecuencia de incendios en los VE es significativamente menor, es importante reconocer que cuando ocurren, la extinción puede presentar desafíos únicos. Según el Cuerpo de Bomberos y Rescate de la República Checa (HZS ČR), la reacción química dentro de una batería de VE puede persistir incluso después de que las llamas visibles hayan sido controladas, lo que aumenta el riesgo de reignición. Para mitigar esto, los bomberos a menudo emplean técnicas como la inmersión del vehículo en un baño de agua dentro de un contenedor especializado, un método que ayuda a disipar el calor y a contener la reacción. Se ha observado que la mayoría de los incendios de VE ocurren durante el proceso de carga. Para minimizar cualquier riesgo potencial, se recomienda encarecidamente utilizar únicamente equipos de carga certificados y seguir las directrices del fabricante del vehículo. Los fabricantes de automóviles han estado integrando características de seguridad avanzadas en los modelos más recientes, como la desconexión rápida automática del circuito de la batería. Estas innovaciones, junto con el uso de sistemas de carga de Nivel II y la instalación de dispositivos de corriente residual, contribuyen a un entorno de carga más seguro. La inspección regular de los cables y conectores de carga, así como evitar el uso de equipos dañados o la carga en condiciones de humedad, son prácticas esenciales para mantener la seguridad. La adopción de estas medidas preventivas garantiza una experiencia de propiedad de VE más segura y confiable, reforzando la percepción de que los vehículos eléctricos son una alternativa cada vez más segura y sostenible en el panorama automotriz actual.