El Rolls-Royce Spectre Bailey: Cuando la Personalización Extrema Rinde Homenaje a una Mascota Querida
Editado por: Tetiana Pin
La división Bespoke de Rolls-Royce ha desvelado una creación singular: el modelo Spectre Bailey. Este vehículo único en su especie fue concebido como un tributo conmovedor a la querida mascota de clientes de larga data radicados en Estados Unidos, un cruce entre labrador y golden retriever. La materialización de este encargo se gestionó a través del exclusivo espacio Private Office New York, lo que subraya el compromiso inquebrantable de la marca con una personalización profunda que trasciende los límites convencionales del lujo. Este proyecto ejemplifica la perfecta simbiosis entre la sofisticación técnica del transporte eléctrico y las historias íntimas y personales de sus propietarios.
La estética externa del Spectre Bailey es una obra maestra cromática meticulosamente orquestada. La carrocería luce un esquema bitono: el tono Crystal Fusion, cuya apariencia se transforma dinámicamente según la incidencia de la luz, se complementa con el color exclusivo Beautiful Bailey. Este último fue desarrollado con exactitud para replicar la tonalidad del pelaje de la oreja del can. La línea divisoria lateral (Coachline) está ejecutada en oro rosa y ostenta una réplica exacta de la huella de la pata de Bailey. Este mismo emblema en oro rosa adorna la icónica figura del “Espíritu del Éxtasis” sobre el capó, forjando una imagen coherente y cargada de significado que los clientes, fieles conocedores de la marca, deseaban inmortalizar por generaciones.
El habitáculo del vehículo prosigue este relato de afecto con un nivel de detalle interior extraordinario. Los acabados se revisten en pieles de las tonalidades Moccasin y Crème Light, realzadas por acentos en Dark Spice y Casden Tan, que intencionadamente reflejan la paleta de colores del pelaje de Bailey. La pieza central, una cumbre de la artesanía, es un retrato de Bailey incrustado mediante marquetería entre los asientos traseros. Esta laboriosa incrustación demandó cuatro meses de trabajo minucioso y se compone de más de 180 piezas individuales de chapa, empleando 22 tonos de madera natural distintos. Para representar la lengua del perro, los artesanos incorporaron cuatro tipos de chapa nunca antes utilizados por Rolls-Royce: Purple Heart, Tulipwood, Louro Faia y Pear, demostrando la disposición de la marca a explorar nuevas fronteras en el arte del oficio.
Es fundamental recordar que el modelo base Spectre es inherentemente un vehículo totalmente eléctrico, garantizando cero emisiones de CO2 y proporcionando una autonomía de hasta 530 km bajo el ciclo WLTP. No obstante, en esta coyuntura, las prestaciones técnicas actúan meramente como telón de fondo para exhibir la maestría de la personalización. Iniciativas de esta índole, gestionadas a través de entornos confidenciales como el Private Office, ponen de relieve que, dentro del segmento del ultralujo, el valor intrínseco no reside únicamente en la excelencia ingenieril. Por el contrario, se define por la capacidad de la marca para co-crear y perpetuar los instantes más preciados de la vida del cliente, prestando una atención inigualable a los pormenores y al arte del detalle.
Fuentes
B92
DailyRevs
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