Figure AI Establece Arquitectura de Producción para la Fabricación Masiva de Robots Humanoides

Autor: Veronika Radoslavskaya

Mientras la atención pública se concentra en las proezas acrobáticas de los prototipos robóticos, la startup Figure AI, con solo tres años de trayectoria, ha consolidado un avance fundamental en Silicon Valley: establecer una ruta viable para la fabricación a escala de robots humanoides. Este hito en la infraestructura productiva se compara con la democratización del automóvil lograda por el Modelo T de Henry Ford en 1913, posicionando la capacidad de manufactura como el verdadero catalizador de un cambio de paradigma en la robótica.

El modelo recientemente presentado, Figure 03, representa el resultado de una reingeniería completa donde la capacidad de fabricación dictó las restricciones de diseño. A diferencia de competidores que aún emplean métodos de ensamblaje lentos y costosos, Figure AI inauguró BotQ, una factoría especializada con la meta de producir 12.000 unidades anualmente, con planes de escalar a 100.000 en cinco años. Este salto se consiguió al reemplazar el mecanizado CNC por procesos industriales masivos como el moldeo por inyección y la fundición a presión, una inversión que promete retornos exponenciales a gran volumen. De hecho, los propios humanoides están comenzando a integrarse en la producción de sus sucesores, configurando una cadena de ensamblaje autosostenible.

El enfoque pragmático de Figure AI contrasta con las proyecciones de otros programas ambiciosos, como el Optimus de Tesla, al contar ya con instalaciones operativas y procesos probados. Este avance está respaldado por una financiación de 675 millones de dólares de inversores clave como NVIDIA y OpenAI, y un equipo con experiencia en la industria. La inteligencia que impulsa al Figure 03 es el sistema Helix, un modelo de IA visión-lenguaje-acción que traduce comandos verbales en acción física coordinada. Para soportar esta cognición encarnada, el hardware fue optimizado: el sistema sensorial ahora incluye cámaras con el doble de frecuencia de cuadro y una latencia reducida en un 75%, además de cámaras palmares para retroalimentación visual constante.

El diseño del Figure 03 anticipa su uso en el complejo entorno doméstico. El robot es un 9% más ligero que su predecesor, el Figure 02, y está revestido con textiles suaves y espuma de densidad múltiple, eliminando partes metálicas expuestas para mejorar la seguridad. Un detalle técnico notable es la incorporación de sensores táctiles en cada yema del dedo, capaces de registrar fuerzas tan ligeras como tres gramos, permitiendo la manipulación segura de objetos delicados. Además, su sistema de batería cuenta con la certificación UN38.3 y soporta carga inductiva inalámbrica a 2 kilovatios, facilitando una operatividad casi continua, mientras que la transferencia de datos operativos a 10 Gbps vía mmWave asegura el aprendizaje colectivo de toda la flota.

El impacto real de esta escalabilidad trasciende la automatización de almacenes, apuntando a una reconfiguración social. Si el costo de un humanoide se equipara al de un vehículo, el panorama del cuidado de personas mayores y las labores domésticas se transformará radicalmente. Si bien la automatización históricamente puede acentuar la brecha entre trabajadores, la creación de una plataforma de IA encarnada asequible abre nuevas avenidas para la expansión de las capacidades humanas colectivas. Figure AI ha demostrado que la infraestructura para la masificación de los humanoides está lista, marcando el inicio de una nueva fase de desarrollo.

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