Encuesta de Ipsos Revela que el 97% de los Oyentes no Distingue la Música Creada por IA de la Humana
Autor: Татьяна Гуринович
Un estudio global de gran alcance, encargado por el servicio de streaming Deezer y ejecutado por Ipsos, ha puesto de manifiesto una realidad sorprendente: la inmensa mayoría de los consumidores de música son incapaces de diferenciar el contenido musical generado por inteligencia artificial (IA) de las composiciones humanas. En el marco de una prueba a ciegas, que congregó a 9000 encuestados provenientes de ocho naciones —incluyendo potencias como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Brasil, Canadá, Países Bajos, Alemania y Japón—, un abrumador 97% de los participantes falló al intentar identificar correctamente el origen de las tres piezas musicales que se les presentaron. Este resultado generó asombro en el 71% de los consultados, y más de la mitad (un 52%) confesó sentir una profunda incomodidad ante su incapacidad para trazar una línea divisoria entre la creatividad maquinal y la humana.
Alexis Lanterne, el director ejecutivo de Deezer, subrayó que las conclusiones del estudio confirman una necesidad crítica de transparencia en el sector. De hecho, el 80% de los participantes en la encuesta considera que la música completamente generada por IA debe llevar un etiquetado claro y visible. Además, un 73% de los encuestados calificó como poco ético el uso de material protegido por derechos de autor para el entrenamiento de redes neuronales sin el consentimiento explícito de los artistas. Las estadísticas internas de Deezer son elocuentes: la plataforma recibe diariamente la carga de aproximadamente 50.000 pistas totalmente creadas por IA, lo que representaba cerca de un tercio de todas las nuevas incorporaciones hasta noviembre de 2025. Como respuesta directa, Deezer ya ha implementado el etiquetado de dicho contenido, excluyéndolo de las listas de reproducción editoriales y de las recomendaciones algorítmicas con el fin de minimizar su impacto en el fondo de regalías destinado a los creadores.
Las plataformas de streaming están adoptando medidas coordinadas para establecer una regulación interna. Spotify, por su parte, también ha actualizado su política, introduciendo el etiquetado obligatorio, sistemas de filtrado de spam y protección activa contra la clonación de voces no autorizada. Durante el último año, Spotify se vio obligada a eliminar 75 millones de "pistas basura" o "spam-tracks", que no solo deterioraban la experiencia del usuario, sino que también desviaban regalías que correspondían legítimamente a los artistas legales. Esta situación se ha visto exacerbada por el éxito de proyectos sintéticos, como la banda de IA "The Velvet Sundown", que logró captar un millón de oyentes mensuales en Spotify antes de que se revelara su origen no humano.
La industria musical está avanzando hacia soluciones legales y alianzas estratégicas para manejar este panorama. Un hito reciente fue el acuerdo alcanzado a finales de octubre de 2025 entre Universal Music Group (UMG) y Udio, una empresa dedicada al desarrollo de música con IA. Este pacto sienta las bases para la legalización del mercado. Inicialmente, UMG, junto con Sony Music y Warner Music Group, había presentado demandas contra Udio y Suno por utilizar material protegido para entrenar sus modelos. Como parte del acuerdo extrajudicial, las partes anunciaron el desarrollo conjunto de una nueva plataforma de suscripción, cuyo lanzamiento está programado para 2026. Esta plataforma utilizará IA generativa entrenada exclusivamente con música autorizada y debidamente licenciada, lo que, según Sir Lucian Grainge, presidente de la junta directiva de UMG, demuestra su firme compromiso con la salvaguarda de los intereses de los artistas.
La encuesta de Ipsos no solo midió la capacidad de distinción, sino que también puso de manifiesto las preocupaciones de los consumidores respecto al futuro de la música. Un 51% de los encuestados cree que la IA provocará un aumento en el volumen de música de baja calidad, mientras que casi dos tercios temen una disminución general de la creatividad en la industria. La incapacidad del oyente promedio para discernir entre la creación de IA y la humana pone en tela de juicio el valor de la atribución artística. No obstante, las acciones emprendidas por las plataformas de streaming y las grandes discográficas señalan la inminente formación de un nuevo marco normativo, diseñado para asegurar que el elemento humano permanezca en el centro de la experiencia musical.
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