La reciente visita de Elon Musk al Despacho Oval con Donald Trump ha desatado una ola de especulaciones y controversia. La aparición fue concebida como una despedida formal, pero Trump, según informes, ha indicado que Musk no está rompiendo lazos por completo.
Añadiendo intriga, se vio a Musk con un ojo morado, que atribuyó a un puñetazo de uno de sus hijos. Sin embargo, esta explicación ha sido recibida con escepticismo, especialmente dados los rumores de una supuesta aventura con Katie Miller, esposa de Stephen Miller.
Miller, quien anteriormente trabajó con Musk en DOGE, supuestamente dejará el gobierno para trabajar para él a tiempo completo. Este desarrollo ha alimentado aún más la especulación sobre la naturaleza de su relación.
El New York Times también ha publicado un informe que detalla el presunto consumo extensivo de drogas por parte de Musk. El informe afirma que Musk usó ketamina, éxtasis y hongos psicodélicos, y llevaba una caja de medicamentos diaria que contenía aproximadamente 20 pastillas, incluyendo Adderall.
El artículo plantea preguntas sobre si Musk estaba bajo la influencia de drogas durante sus frecuentes visitas a la Casa Blanca. También señala su comportamiento errático, incluyendo insultar a miembros del gabinete y hacer gestos inapropiados.
A pesar de la incertidumbre, muchos observadores creen que el comportamiento de Musk sugiere un consumo continuo de drogas. Su reciente aparición en el Despacho Oval solo refuerza estas sospechas.