Elon Musk ha negado vehementemente las acusaciones publicadas por el New York Times de que está consumiendo drogas "mucho más intensamente de lo que se sabía anteriormente". Las acusaciones surgieron en un artículo de investigación que afirmaba que el consumo de drogas de Musk se intensificó durante su participación en la campaña presidencial de Trump en 2024.
Musk recurrió a X, la plataforma de redes sociales que posee, para refutar las afirmaciones. "¡NO estoy tomando drogas! El New York Times estaba mintiendo descaradamente", escribió en una publicación del 31 de mayo. Admitió haber probado la ketamina recetada hace algunos años con fines de salud mental, pero declaró que no la ha usado desde entonces.
El equipo de relaciones públicas del New York Times respondió a la negación de Musk en X, afirmando que él estaba "arremetiendo" porque no le gustaba su artículo. Afirmaron haber proporcionado a Musk amplias oportunidades para responder a las acusaciones antes de la publicación, lo que él rechazó. El Times sostiene que el informe está minuciosamente documentado, citando entrevistas con una docena de personas, mensajes de texto privados, documentos legales y evidencia fotográfica.
Según el artículo del Times, el consumo de drogas de Musk supuestamente incluía ketamina, éxtasis y hongos psicodélicos. El informe también mencionó una caja de medicamentos diaria que contenía aproximadamente 20 pastillas, incluidas algunas con marcas del estimulante Adderall. Musk renunció recientemente a su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la administración Trump, aunque continuará asesorando al presidente de manera informal.
Durante una conferencia de prensa el viernes pasado, Musk se negó a responder una pregunta sobre el artículo del Times. En cambio, cuestionó la credibilidad de la publicación, haciendo referencia a su Premio Pulitzer por la cobertura de la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. Musk aludió a la demanda por difamación de Trump contra la junta de los Premios Pulitzer, que continúa en Florida después de que se rechazaran los intentos iniciales de desestimar o pausar el caso.