Cumbre Mundial de la Alimentación 2025: La Salud del Suelo como Eje de la Estabilidad Global

Editado por: Olga Samsonova

La ciudad de Des Moines, Iowa, se consolidó como el centro de la discusión global durante la Cumbre del Premio Mundial de la Alimentación de 2025. Bajo el lema "SOLUCIONES para la Seguridad", el encuentro se centró en la premisa ineludible de que la resiliencia de las civilizaciones está directamente ligada a la vitalidad de la tierra cultivada. Los debates giraron en torno a la agricultura sostenible, reconociendo al suelo no como un sustrato inerte, sino como un ecosistema dinámico cuya condición determina la capacidad de alimentar a la población mundial.

Este enfoque subraya que la verdadera seguridad alimentaria se origina bajo nuestros pies, en la estructura y la microbiología del terreno. La asistencia de figuras influyentes destacó la urgencia de transformar las prácticas agrícolas. Entre ellos se contó con la presencia del Honorable Eric Oppoku, Ministro de Agricultura y Alimentación de Ghana, quien asistió con el objetivo de identificar políticas innovadoras aplicables a las economías en desarrollo. Su participación evidenció que las conclusiones de este foro deben traducirse en acciones concretas para reforzar la soberanía alimentaria en aquellas regiones que enfrentan desafíos singulares.

La conversación trascendió los métodos de cultivo convencionales. Investigaciones recientes han puesto de manifiesto que la degradación del suelo, causada por prácticas agrícolas intensivas, ha provocado una disminución de la densidad de nutrientes en cultivos esenciales en un rango promedio del 5% al 15% durante las últimas décadas, un dato que recalca la necesidad imperiosa de regeneración del suelo.

Expertos internacionales señalaron que la inversión en técnicas de labranza cero y cultivos de cobertura no solo optimiza la retención de agua, ayudando a mitigar los efectos de la sequía, sino que también potencia la captura de carbono atmosférico. Esto posiciona al sector agrícola como un agente activo en la solución climática. Esta perspectiva ampliada demuestra que la salud del suelo es un catalizador para múltiples beneficios ambientales y económicos, ofreciendo una ruta clara hacia un futuro más estable. La respuesta que las naciones adopten a este llamado determinará el bienestar de las generaciones futuras, instando a cada participante a asumir el rol de arquitecto de este cambio fundamental.

Fuentes

  • GhanaWeb

  • Metro TV Online

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