La salud cardiovascular se ve cada vez más afectada por la dieta y el estilo de vida. Un simple cambio dietético implica reemplazar el cloruro de sodio con alternativas de sal ricas en potasio.
Las sales de potasio (sales K) ayudan a reducir la ingesta de sodio y aumentar los niveles de potasio.
Alimentos como plátanos, frijoles, espinacas y papayas son naturalmente ricos en potasio.
Reducir la sal gradualmente ayuda a ajustar el paladar y prevenir el consumo excesivo.
Verifique las etiquetas de los artículos comprados en la tienda para ver si contienen condimentos a base de potasio, hierbas o sin sal.
Se recomienda consultar a un médico antes de cambiar a alternativas de sal, especialmente para personas con presión arterial alta, para garantizar el buen funcionamiento del organismo.