Las Carteras Birkin y Kelly de Hermès: De Símbolos de Lujo a Activos de Inversión Rentables

Las icónicas carteras Birkin y Kelly, emblemas de la casa de moda francesa Hermès, han trascendido su estatus de meros artículos de lujo para consolidarse como activos de inversión de alto rendimiento. La empresa Luxus, especializada en inversiones en bienes suntuarios, ha formalizado esta tendencia al lanzar un fondo de inversión completo cuyos activos principales son precisamente estos dos modelos. El fondo Luxus se encarga de la búsqueda y reventa de piezas raras, además de garantizar las condiciones especiales de almacenamiento que requieren estos bienes físicos: control de temperatura, humedad y seguridad. Los inversores pueden participar aportando un mínimo de 10.000 francos suizos, a cambio de recibir dividendos derivados de las transacciones de reventa.

La clave de su atractivo inversor reside en dos factores cruciales: la oferta extremadamente limitada y la meticulosa confección artesanal. Hermès fabrica anualmente un número muy reducido de estas carteras. Esta restricción artificial de la oferta genera una lista de espera que a menudo se extiende por años para los potenciales compradores. Además, adquirir una Birkin directamente en una boutique de Hermès frecuentemente exige establecer una relación de larga data con el establecimiento, lo que subraya la exclusividad y la dificultad de acceso a estas piezas.

Según estimaciones de expertos en el mercado, aproximadamente el 25% de quienes adquieren una Birkin lo hacen con fines puramente especulativos. En el mercado secundario, estas carteras han demostrado un crecimiento constante de su valor, promediando un aumento anual del 5 por ciento. James Fairstein, fundador de OpenLuxury, destacó que la rentabilidad de reventa de las Birkin y Kelly ha superado la del oro durante la última década. Incluso en el año 2020, un período en el que el mercado de artículos de lujo experimentó una desaceleración significativa debido a la pandemia de coronavirus, las carteras Birkin registraron una ganancia impresionante del 38%.

El rendimiento a largo plazo de estos activos es notable. De acuerdo con el índice Knight Frank Luxury Investment Index, la rentabilidad de las carteras Birkin alcanzó un +34% en un horizonte de cinco años y un asombroso +85,5% en diez años. La fijación de precios en el mercado de segunda mano está íntimamente ligada al estado de conservación de la pieza. Una cartera clasificada como “perfecta” puede generar hasta un 20% más que su coste original, mientras que si se encuentra en condición “excelente”, su valor de reventa puede duplicar el precio inicial, alcanzando el 100% de incremento.

Los precios de reventa reflejan esta alta demanda. Por ejemplo, en 2024, el precio del modelo Black Togo 30 osciló en plataformas de reventa como Sotheby's, a partir de 30,5 mil dólares. Ejemplares excepcionalmente raros, como la Himalaya Birkin 30 adornada con diamantes, han llegado a cotizarse en 450.000 dólares, contrastando fuertemente con el precio de partida de una Birkin nueva en boutique, que ronda los 12.000 dólares. Hermès revisa anualmente sus precios minoristas, lo que también actúa como un estímulo para el interés inversor. En 2023, el incremento de precios se situó entre el 5% y el 10%. En 2024, el aumento en Estados Unidos varió del 3,7% al 9,6%. A principios de 2025, los nuevos precios en Europa mostraron un crecimiento que osciló entre el 3% y el 8,4%.

La respuesta a la primera emisión del fondo fue explosiva, generando un 34 por ciento de beneficio en tan solo 43 días, lo que subraya la liquidez y el potencial de estos activos. En definitiva, la adquisición de una codiciada Birkin o Kelly puede considerarse hoy en día una estrategia efectiva para la diversificación de cualquier cartera de inversión, combinando el placer del lujo con la solidez financiera.