Jonathan Anderson ha marcado el inicio de una nueva y emocionante etapa para Dior con el lanzamiento de su primera colección de prêt-à-porter femenino, presentada el 1 de octubre de 2025 en el marco de la Semana de la Moda de París. El desfile, celebrado en los Jardines de las Tullerías, reafirmó la rica herencia de la casa al tiempo que proyectó una visión audaz y contemporánea, redefiniendo siluetas icónicas como el traje Bar y el vestido New Look con materiales innovadores y cortes vanguardistas.
La presentación comenzó con un impactante cortometraje de Adam Curtis, que entrelazó imágenes de archivo con referencias contemporáneas, enfatizando el diálogo entre el pasado y el futuro, sentando las bases para una colección que fusiona tradición y modernidad. El video fue proyectado en una gigantesca pirámide invertida, creando una atmósfera de reflexión sobre la presión y la transformación en el mundo de la moda. Las creaciones de Anderson incluyeron versiones actualizadas de chaquetas Bar y minifaldas en denim y cuero, demostrando una maestría en la reinterpretación de los códigos de la casa. Un accesorio destacado fue el bolso "Cigale", una nueva pieza triangular que ya se perfila como un objeto de deseo, ampliando la línea 30 Montaigne. Este clutch se distingue por su patrón jacquard Dior Oblique azul y una correa de piel de becerro con herrajes CD de oro envejecido.
El desfile congregó a un selecto grupo de personalidades, incluyendo a Bernard Arnault, Brigitte Macron, Charlize Theron y Johnny Depp, junto a diseñadores como Rick Owens y Alessandro Michele, Jennifer Lawrence, Greta Lee, Jisoo y Anya Taylor-Joy, subrayando la relevancia del evento en el panorama de la moda global. La colección de Anderson para Dior se caracteriza por un diálogo constante entre el pasado y el futuro. Las siluetas clásicas se ven revitalizadas con volúmenes inesperados y detalles que desafían las convenciones, como faldas que terminan a la altura del muslo o chaquetas con cortes asimétricos.
La dualidad es un tema recurrente, explorando la tensión entre lo formal y lo informal, lo femenino y lo andrógino, lo estructurado y lo fluido. Además de la reinterpretación de piezas emblemáticas, la colección introduce elementos de diseño distintivos de Anderson, como los lazos exagerados y los sombreros de bucanero, que añaden un toque de fantasía y audacia. La paleta de colores, que transita entre grises, negros y blancos con toques pastel y florales delicados, refleja una sofisticación contemporánea.
La crítica ha elogiado la capacidad de Anderson para honrar el legado de Dior mientras infunde su propia visión innovadora. Se destaca su habilidad para crear prendas que son a la vez obras de arte y piezas vestibles, demostrando que la alta costura puede coexistir con la practicidad moderna. La llegada de Jonathan Anderson a Dior no solo marca el inicio de una nueva era para la marca, sino que también redefine el concepto de lujo contemporáneo, fusionando la reverencia por la historia con una perspectiva vanguardista y audaz que resuena en el mundo actual.