El influyente diseñador ruso Gosha Rubchinskiy ha marcado un nuevo capítulo en su carrera con el relanzamiento oficial de su marca homónima, tras un periodo de pausa y su salida de YEEZY. Conocido por capturar la esencia de la cultura juvenil postsoviética, Rubchinskiy regresa con una propuesta que redefine sus raíces, enfocándose en la autenticidad y una conexión más directa con su audiencia.
La colección inicial de esta nueva etapa se centra en prendas esenciales como camisetas, sudaderas con capucha y mochilas, sentando las bases para futuras expansiones. Rubchinskiy ha expresado su intención de ampliar la oferta de la marca para incluir moda femenina y, potencialmente, alta costura en el futuro, comparando este enfoque con la construcción de una casa, comenzando por los cimientos para luego edificar estructuras más complejas. Esta estrategia refleja un retorno a los orígenes, priorizando la calidad y la esencia de cada pieza.
En respuesta a controversias pasadas, la marca ha implementado una nueva política de selección de modelos. Rubchinskiy ha reconocido la necesidad de procesos más estructurados y supervisados en la elección del talento, buscando asegurar un enfoque más ético. Esta medida busca abordar las críticas previas y fomentar un entorno de trabajo más responsable, reconociendo la importancia de una comunicación clara y profesional en los procesos de casting, como él mismo ha señalado, "quizás fui ingenuo pensando que [la selección de modelos] se puede hacer por mensajes de texto".
Rompiendo con las presentaciones tradicionales de las semanas de la moda, Rubchinskiy emprenderá una gira mundial. Estos eventos culturales se llevarán a cabo en países como China, Japón y Estados Unidos, y no se limitarán a la moda, sino que integrarán música, fotografía y video. Esta iniciativa permitirá una interacción directa con sus seguidores, creando experiencias inmersivas que van más allá de la pasarela. Esta estrategia de "pequeña gira mundial" busca una conexión más íntima y personal con la comunidad que sigue su trabajo.
El regreso de Rubchinskiy al panorama de la moda no solo representa la revitalización de su marca, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la evolución de la industria y la importancia de la adaptación. Su trayectoria, marcada por colaboraciones significativas con marcas como Comme des Garçons y Adidas, y su incursión en YEEZY, le han proporcionado una perspectiva única. La marca, que inicialmente se dio a conocer por su estética cruda y su conexión con la subcultura rusa, ahora se proyecta con una madurez renovada, manteniendo su espíritu innovador mientras abraza nuevas direcciones y responsabilidades. La primera colección de Rubchinskiy en 2008, titulada "Evil Empire", ya mostraba su audacia y su capacidad para capturar el Zeitgeist de una generación, y este relanzamiento promete continuar esa narrativa con una profundidad y una conciencia aún mayores.