En un fascinante giro dentro del panorama tecnológico actual, el mercado de las cámaras analógicas está experimentando un notable crecimiento, impulsado en gran medida por la Generación Z. Esta tendencia se caracteriza por una búsqueda de conexión más profunda con la estética, la nostalgia y la autenticidad en la experiencia visual, diferenciándose de la perfección a menudo lograda con la fotografía de smartphones.
Plataformas digitales como TikTok y Pinterest se han convertido en catalizadores de este movimiento, mostrando a usuarios que valoran el grano distintivo y las imperfecciones de las fotos analógicas como un sello de identidad más personal y genuino. Un estudio de YPulse de 2024 reveló que el 62% de la Generación Z prioriza la creatividad y la singularidad sobre la perfección técnica en sus publicaciones, subrayando su inclinación hacia narrativas visuales más ricas y expresivas.
Marcas icónicas como Kodak, Fujifilm y Polaroid están capitalizando esta ola. Kodak ha lanzado la Charmera, una mini cámara digital que fusiona la estética retro con funcionalidades modernas, mientras que Fujifilm continúa innovando con su línea Instax, como la Instax Mini 12 lanzada en marzo de 2023. Polaroid, por su parte, ofrece diversas cámaras instantáneas, incluyendo modelos actualizados como la Polaroid Now+ Generation 3 y la compacta Polaroid Go Generation 2.
La demanda de película de 35 mm ha experimentado un resurgimiento significativo, llevando a empresas como Kodak a aumentar su producción para satisfacer el renovado interés. Este fenómeno se extiende a una apreciación más amplia por lo tangible y lo artesanal en una era dominada por lo digital, donde la espera y la sorpresa del revelado analógico ofrecen una pausa bienvenida y una conexión más íntima con el acto de crear imágenes. Kodak ha estado invirtiendo en la mejora de sus instalaciones de producción de película para satisfacer esta creciente demanda, que según informes, se ha duplicado en los últimos cinco años.
El mercado de cámaras analógicas, aunque de nicho, muestra un crecimiento constante, con proyecciones que indican una expansión continua. Este resurgimiento no es solo una tendencia pasajera, sino un reflejo de un cambio cultural más amplio que valora las experiencias tangibles y un proceso creativo más deliberado.