Kiruna, Suecia – El 19 de agosto de 2025, la histórica iglesia de Kiruna inició su monumental traslado, un evento que marca un punto de inflexión en la transformación urbana de la ciudad. La estructura de 672 toneladas, construida entre 1909 y 1912, está siendo movida aproximadamente cinco kilómetros hacia un nuevo emplazamiento para permitir la expansión de la mina de hierro de LKAB, la más grande de Europa.
Este traslado es una parte fundamental de un proyecto de renovación urbana que comenzó hace dos décadas, impulsado por la inestabilidad del terreno causada por las extensas actividades mineras. La iglesia, que ostenta el título de la estructura más grande jamás reubicada, se une a otras 23 edificaciones culturales que ya han sido trasladadas. Su viaje comenzó sobre una plataforma con 220 ruedas, avanzando a un ritmo pausado de medio kilómetro por hora.
Se prevé que esta operación, que se extenderá durante dos días, concluya con la llegada de la iglesia a su nuevo hogar, situado entre el cementerio y el renovado centro de la ciudad. Miles de residentes y visitantes se congregaron para presenciar este evento trascendental, que además fue transmitido en vivo a nivel mundial. La iglesia tiene previsto reabrir sus puertas en su nueva ubicación a finales de 2026, manteniendo su función como centro comunitario.
Este extraordinario traslado subraya los complejos desafíos de la planificación urbana en zonas mineras, destacando la necesidad de armonizar el progreso industrial con la preservación del patrimonio cultural. La reubicación de la iglesia de Kiruna no es solo un acto de ingeniería, sino un testimonio de la resiliencia y adaptación de una comunidad ante los cambios inducidos por la industria minera, que ha sido el motor económico de la región durante más de un siglo.
El proceso de traslado ha requerido un cuidadoso estudio geotécnico y estructural para garantizar la integridad del edificio histórico. La nueva ubicación fue seleccionada estratégicamente para asegurar su accesibilidad e integración en la nueva configuración urbana de Kiruna, una ciudad que se está reinventando a sí misma a medida que su corazón económico se expande bajo tierra. Este evento invita a la reflexión sobre cómo las comunidades pueden equilibrar la preservación de su identidad con el progreso necesario para su sustento, buscando soluciones innovadoras que honren el pasado mientras construyen el futuro.