Una potente tormenta solar, clasificada como "CME caníbal", impactó el campo magnético terrestre el 1 de septiembre de 2025, generando vibrantes exhibiciones aurorales que fueron visibles en Europa y América del Norte. La tormenta alcanzó un nivel G2 (moderado), resultado de una llamarada solar M2.7 originada en la región activa 4204 el 30 de agosto de 2025.
Este evento solar, caracterizado por su naturaleza expansiva al engullir material de eyecciones anteriores, demostró la interconexión entre la actividad solar y los fenómenos terrestres. La llegada de la CME elevó las velocidades del viento solar a más de 670 km/s, y el campo magnético interplanetario se fortaleció hasta alcanzar entre 20 y 26 nanoteslas. A pesar de estas cifras, la orientación del campo magnético norte-sur (Bz) se mantuvo predominantemente hacia el norte.
Esta orientación, aunque no fue la ideal para una tormenta geomagnética de gran intensidad, permitió la visibilidad de las auroras en latitudes más bajas de lo habitual. Observadores en el norte de Europa, Canadá y partes del norte de Estados Unidos reportaron auroras vívidas.
Stevo Howells, desde Escocia, capturó una exhibición notable, exclamando: "¡Vaya, el cielo se iluminó de rosa y verde!". Julie Winn, en Northumberland, Inglaterra, presenció las luces del norte sobre los estanques de Whittledene, describiéndolo como una "maravillosa visión ocular". El fotógrafo Paul Appleby documentó las auroras sobre el faro de Santa María en Whitley Bay, Inglaterra, señalando que era "la primera de la temporada en el zurrón".
En Francia, Alexis Linant observó las auroras sobre el Puy de Dôme, comentando que "era una lástima, ¡estaba empezando bastante bien!". En Canadá, Jamie capturó un impresionante lapso de tiempo de las luces del norte sobre Grand Bend, Ontario. Greg Gage, desde Virginia Occidental, informó: "El Día del Trabajo terminó con una exhibición de auroras aquí". Leah Howard observó la aurora durante un vuelo al sur de Pittsburgh, Pensilvania, notando una "vista extraordinaria". El fotógrafo Alex Resel capturó pilares rojos desde Dakota del Norte, indicando: "Aurora débil al noreste de Tower City, Dakota del Norte ahora".
El cazador de auroras Igor Arkadiev compartió: "A pesar de que la CME, muy esperada, fue una decepción con un Bz mayormente positivo, la breve exhibición de principios de noche siguió siendo una alegría para observar". Investigaciones adicionales revelan que las CME caníbales, formadas por la fusión de múltiples erupciones solares, pueden tener un impacto más prolongado en la magnetosfera terrestre, incluso si la orientación del campo magnético no es completamente favorable.
Un estudio publicado en "Nature Astronomy" en 2024 destacó que la velocidad y la densidad del plasma solar, combinadas con la duración de la interacción, son factores clave en la intensidad de las auroras resultantes. Además, la actividad solar reciente ha mostrado un aumento en la frecuencia de estas CME, lo que sugiere que eventos como este podrían volverse más comunes a medida que el Sol se acerca al pico de su ciclo de 11 años, previsto para finales de 2024 o principios de 2025, según la NOAA. Estos fenómenos subrayan la naturaleza dinámica de la actividad solar y su profunda influencia en nuestro planeta.