Científicos del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia han emitido una advertencia sobre la inminente llegada de fuertes tormentas geomagnéticas a la Tierra, previstas para el martes 2 de septiembre de 2025.
Estos eventos son el resultado de una eyección de masa coronal (CME) solar, originada por un destello solar de clase M2.76, que se dirige hacia nuestro planeta. Se anticipa que esta expulsión de plasma solar alcance la órbita terrestre el 2 de septiembre, con potencial para desencadenar tormentas geomagnéticas de nivel G2 a G4 en una escala de cinco puntos. La Academia de Ciencias de Rusia ha señalado que las emisiones de plasma recurrentes representan un peligro particular, dada la alta probabilidad de que las erupciones solares contengan considerables reservas de energía.
Las eyecciones de masa coronal, como la que se aproxima, son expulsiones masivas de plasma y campo magnético del Sol. Si bien el Sol emite materia en todas direcciones, solo aquellas CME cuya orientación magnética interactúa favorablemente con la magnetosfera terrestre causan perturbaciones significativas. Estas tormentas pueden tener diversas consecuencias, desde la generación de auroras boreales en latitudes inusualmente bajas hasta la afectación de tecnologías críticas.
Según la NOAA, las tormentas de nivel G2 a G4 pueden causar fluctuaciones en las redes eléctricas, interferencias en comunicaciones de radio de alta frecuencia y afectar la precisión de los sistemas GPS, además de requerir correcciones de trayectoria en satélites en órbita baja. Históricamente, eventos solares de gran magnitud, como la tormenta de Carrington en 1859, han demostrado el potencial disruptivo de estas tormentas, causando la interrupción de sistemas de telégrafos y otros avances tecnológicos de la época. Más recientemente, tormentas de nivel G4 han provocado auroras visibles en lugares tan al sur como Nuevo México, y han requerido la comunicación continua con centros de coordinación de redes eléctricas debido a posibles interrupciones.
La actividad solar sigue un ciclo de aproximadamente 11 años, y se espera que el ciclo actual, el Ciclo Solar 25, alcance uno de sus picos de actividad en los próximos años. Investigaciones recientes de científicos rusos han indicado un aumento significativo en la actividad solar, con un incremento de hasta tres veces en la frecuencia de destellos solares en comparación con promedios anteriores. Si bien estos eventos son una parte natural del comportamiento solar, la comprensión y predicción de su impacto en la Tierra es crucial para la preparación y mitigación de sus efectos.