El asteroide 99942 Apophis, descubierto en 2004, se prepara para un acercamiento sin precedentes a la Tierra el próximo 13 de abril de 2029. En ese momento, pasará a una distancia de aproximadamente 32.000 kilómetros de la superficie terrestre, una proximidad que lo situará más cerca de nuestro planeta que algunos satélites en órbita geoestacionaria y será visible a simple vista en partes de Europa, África y Asia.
Este evento, aunque sin riesgo de impacto, representa una oportunidad científica excepcional para estudiar de cerca un asteroide de este tamaño, estimado en unos 370 metros de diámetro. La gravedad terrestre alterará significativamente la órbita de Apophis, provocando su transición del grupo de asteroides Aten al grupo Apolo. Los asteroides Aten cruzan la órbita terrestre y pasan la mayor parte del tiempo dentro de ella, mientras que los Apolo también cruzan la órbita terrestre pero pasan la mayor parte del tiempo fuera de ella, con órbitas más amplias.
Científicos de todo el mundo están organizando campañas de observación intensivas para aprovechar esta ocasión. Misiones espaciales como OSIRIS-APEX de la NASA y la propuesta RAMSES de la Agencia Espacial Europea (ESA) están diseñadas para estudiar Apophis antes, durante y después de su máximo acercamiento. Estas misiones permitirán analizar su composición, estructura y comportamiento bajo la influencia de las fuerzas de marea terrestres, proporcionando datos valiosos para la comprensión de los asteroides cercanos a la Tierra y la mejora de las estrategias de defensa planetaria.
El estudio de Apophis no solo refinará los modelos orbitales, sino que también ofrecerá información sobre los procesos físicos que dan forma a estos objetos primordiales del sistema solar. La NASA ha confirmado que, gracias a observaciones recientes, no existe riesgo de impacto de Apophis en la Tierra en los próximos 100 años. La misión OSIRIS-APEX, una continuación de OSIRIS-REx, estudiará los cambios físicos en Apophis tras su encuentro cercano con la Tierra, mientras que la misión RAMSES de la ESA, si se aprueba, también se unirá a estos esfuerzos de investigación.