El cometa ATLAS (C/2024 G3), el cometa más brillante del año, supuestamente está sufriendo desintegración después de pasar extremadamente cerca del Sol el 13 de enero de 2025. Los astrónomos han observado que el núcleo del cometa ya no es la parte más brillante, ya que se están produciendo chorros de gas desde su lado, lo que indica daños estructurales.
Durante su aproximación más cercana, el cometa estaba a solo 13.36 millones de kilómetros del Sol, tres veces más cerca que Mercurio. Alcanzó un brillo máximo de magnitud -3.4, casi igualando el brillo de Venus.
La presión térmica extrema del Sol ha debilitado el núcleo helado del cometa a través de la sublimación, que es el proceso de transformación del hielo en gas. Esta fragilidad aumenta la probabilidad de fragmentación.
Descubierto el 5 de abril de 2024 por el sistema de alerta de asteroides ATLAS, el cometa ATLAS tiene un período orbital de aproximadamente 160,000 años, lo que hace que su visita al sistema solar sea extremadamente rara. Shyam Balaji, investigador del King's College de Londres, señaló que podría tomar miles de años para que el cometa regrese.
Eventos similares han ocurrido en el pasado; por ejemplo, el cometa Lovejoy (C/2011 W3) también se desintegró después de un paso cercano al Sol en 2011. A medida que el cometa se acerca al Sol, un lado se calienta mientras que el otro permanece frío, lo que puede provocar grietas que comprometen su integridad estructural.
A pesar de las sombrías perspectivas para el cometa ATLAS, este fenómeno presenta una oportunidad única para la observación y el estudio, ofreciendo información sobre cómo los cometas reaccionan a condiciones solares extremas. Se alienta a los astrónomos y al público a observar el cometa ATLAS, ya que podría desaparecer pronto de la vista.