El físico Stefano Profumo, de la Universidad de California en Santa Cruz, presentó dos teorías innovadoras que ofrecieron nuevas perspectivas sobre la naturaleza de la materia oscura, una sustancia que constituye aproximadamente el 85% de la masa del universo. Estas teorías, publicadas en 2025, exploraron cómo la materia oscura pudo haberse originado en el universo temprano.
La primera teoría, denominada "Teoría del Universo Espejo", postuló la existencia de un universo paralelo con sus propias partículas y fuerzas. En este escenario hipotético, los quarks y gluones oscuros dentro de este universo espejo podrían formar bariones oscuros, los cuales podrían colapsar en agujeros negros microscópicos, interactuando principalmente a través de la gravedad. Esta idea se alinea con la búsqueda de simetrías fundamentales en la física, sugiriendo que el universo observable podría ser solo una faceta de una realidad más vasta y compleja. La segunda propuesta de Profumo, la "Teoría de la Radiación del Horizonte Cósmico", sugirió que las partículas de materia oscura se originaron a partir de procesos de radiación cuántica en el borde del universo observable. Durante el período inflacionario, poco después del Big Bang, los efectos cuánticos en el límite del universo podrían haber generado las partículas ahora identificadas como materia oscura. Ambas teorías se construyeron sobre principios científicos establecidos y marcos matemáticos, con el objetivo de proporcionar explicaciones científicamente sólidas para la formación de la materia oscura. Su validación alteraría significativamente nuestra comprensión de la composición del universo y las fuerzas que lo gobiernan.
La comunidad científica explora activamente la posibilidad de que la materia oscura no sea una única entidad, sino un conjunto de partículas con diferentes orígenes y propiedades, lo que hace que las propuestas de Profumo sean un punto de partida crucial para futuras investigaciones. Estas hipótesis se suman a las explicaciones existentes para la materia oscura, como las WIMPs (partículas masivas de interacción débil), los axiones y los agujeros negros primordiales. Los científicos trabajan para refinar las observaciones astronómicas y los experimentos de física de partículas para resolver el enigma de la materia oscura, y el trabajo de Profumo contribuye a este esfuerzo científico continuo. La investigación actual busca señales indirectas de materia oscura a través de su posible aniquilación o decaimiento, lo que podría producir radiación detectable en telescopios terrestres y espaciales. El desarrollo de detectores más sensibles y la mejora de los modelos teóricos son pasos esenciales para desentrañar este misterio cósmico.