“El futuro no es un lugar al que vamos, sino uno que estamos creando.” Esta cita encapsula perfectamente el espíritu de innovación en el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Estados Unidos, donde se ha realizado un descubrimiento innovador.
En un esfuerzo de colaboración, el NIST, la Universidad de Delaware y la Universidad de Maryland han puesto en marcha un espectrómetro de Eco de Espín de Neutrones (ν-NSE) de última generación. Este instrumento, financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, está destinado a revolucionar el estudio de la dinámica lenta en materiales complejos.
El espectrómetro ν-NSE cuenta con características avanzadas como bobinas de precesión superconductoras, lo que mejora significativamente las tasas de adquisición de datos. Permite a los científicos investigar el comportamiento de los materiales a nivel atómico y molecular, abriendo puertas a avances en polímeros funcionales, desarrollo de fármacos y almacenamiento de energía. Se espera que el instrumento sea accesible para los usuarios en 2026 bajo los auspicios del Centro de Dispersión de Neutrones de Alta Resolución (CHRNS) en el NIST.
Este avance es de gran relevancia para la comunidad científica latinoamericana y española, donde la investigación en materiales tiene un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías sostenibles y la mejora de la calidad de vida. Instituciones como el Centro Atómico Constituyentes en Argentina o el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid en España, podrían beneficiarse de los hallazgos que se generen con este nuevo espectrómetro. La colaboración internacional en investigación científica es clave para el progreso, y este tipo de iniciativas refuerzan los lazos entre las comunidades científicas de todo el mundo. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de la energía y la medicina, como las que se esperan de este avance, son de gran interés para la región, donde se busca constantemente soluciones innovadoras a los desafíos actuales.