«Realmente pudimos ver en representaciones 3D completas cómo los fundidos de sulfuro se movían a través de la muestra experimental, percolando en las grietas entre otros minerales», dijo Crossley. Esta observación innovadora, parte de un estudio publicado en Nature Communications, marca un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo se forman los planetas.
La investigación, realizada por científicos del Centro Espacial Johnson de la NASA, proporciona la primera evidencia directa de que el sulfuro fundido, en lugar del metal, puede migrar a través de la roca sólida y contribuir a la formación del núcleo de un planeta. Este descubrimiento desafía la creencia de larga data de que la formación del núcleo requiere la fusión a gran escala de un cuerpo planetario.
Los experimentos del equipo revelaron que en los confines del sistema solar, donde el azufre y el oxígeno son abundantes, estos elementos actúan como sal de carretera, disminuyendo el punto de fusión de los metales. Esto permite que el sulfuro fundido se filtre a través de la roca sólida, formando finalmente un núcleo. Este proceso podría haber ocurrido mucho antes en la historia de un planeta de lo que se pensaba.
Utilizando técnicas avanzadas como la tomografía computarizada de rayos X, los investigadores crearon representaciones 3D detalladas del proceso. También analizaron elementos traza en meteoritos, encontrando evidencia de percolación de sulfuro. Esta nueva comprensión es particularmente relevante para Marte, que muestra signos de formación temprana del núcleo. Los hallazgos sugieren que el núcleo de Marte puede haberse formado de manera más eficiente debido a su composición rica en azufre.
Este descubrimiento tiene implicaciones sobre cómo los científicos interpretan los datos de las naves espaciales y analizan las muestras de las misiones a la Luna, Marte y más allá. También plantea nuevas preguntas sobre la datación de eventos de formación del núcleo utilizando isótopos radiogénicos. Esta investigación abre nuevas posibilidades para comprender la evolución de los cuerpos rocosos en nuestro sistema solar y más allá.