Un equipo internacional de astrónomos ha observado por primera vez la formación de un sistema solar en sus etapas iniciales, utilizando el Telescopio Espacial James Webb (JWST) y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). Este hallazgo se centra en la estrella joven HOPS-315, ubicada a aproximadamente 1.370 años luz de la Tierra, que se encuentra en una fase temprana de su evolución estelar.
Las observaciones revelaron la presencia de partículas sólidas, como gas de monóxido de silicio y minerales de silicato cristalino, condensándose en el disco de gas que rodea a la estrella. Estos materiales, con una edad estimada de entre 100.000 y 200.000 años, ofrecen una visión sin precedentes del proceso de formación planetaria. La detección de monóxido de silicio en formas gaseosas y cristalinas indica que la solidificación de estos materiales está comenzando, lo que es fundamental para la formación de planetas rocosos.
Este descubrimiento proporciona una valiosa oportunidad para estudiar los procesos de formación planetaria en condiciones similares a las de nuestro propio sistema solar en sus primeras etapas. Además, abre nuevas perspectivas para comprender la diversidad de los sistemas planetarios y la evolución de las estrellas en el universo.