Estudios recientes revelan una sorprendente relación inversa entre el cáncer y la enfermedad de Alzheimer, lo que provoca nuevas preguntas en la comunidad científica. La investigación indica que las personas con antecedentes de cáncer pueden tener un menor riesgo de desarrollar Alzheimer, y, a la inversa, los pacientes con Alzheimer parecen tener una menor probabilidad de ser diagnosticados con cáncer.
Esta intrigante conexión fue observada por primera vez durante autopsias en un centro de psiquiatría en Nueva York. Un estudio de 2012 realizado por Jane Driver del Brigham and Women’s Hospital en Boston examinó a 1,278 individuos de 65 años o más, encontrando que aquellos con antecedentes de cáncer tenían un 33% menos de riesgo de desarrollar Alzheimer. Sin embargo, los investigadores se mantienen cautelosos respecto a estos hallazgos debido a posibles sesgos relacionados con enfermedades asociadas a la edad.
Investigaciones adicionales han fortalecido esta evidencia. Un estudio exhaustivo realizado este año por científicos del Imperial College de Londres analizó datos de salud de más de tres millones de personas, revelando una reducción del 25% en el riesgo de demencia entre quienes tienen antecedentes de cáncer. Esta relación inversa fue particularmente notable en tipos de cáncer comunes como el de próstata, colon, pulmón y mama.
La Prof. Erin Abner de la Universidad de Kentucky, en un estudio realizado hace dos años, identificó niveles más bajos de patología amiloide en las autopsias cerebrales de pacientes con Alzheimer, un mecanismo biológico clave asociado con la enfermedad.
Curiosamente, los pacientes con Alzheimer también muestran una menor probabilidad de desarrollar cáncer. Un estudio de Corea del Sur encontró que las personas con Alzheimer tenían un 37% menos de riesgo de cáncer, hallazgo que se apoya en investigaciones de Italia y Estados Unidos.
Estos estudios sugieren la posibilidad de que los tratamientos para el cáncer podrían reducir el riesgo de Alzheimer. En particular, se piensa que la quimioterapia podría proteger las neuronas al suprimir la inflamación. Sin embargo, Elio Riboli del Imperial College señala que los factores genéticos también podrían explicar esta relación, sugiriendo que los perfiles genéticos que predisponen al cáncer podrían simultáneamente disminuir el riesgo de Alzheimer.
Los procesos biológicos contrastantes del cáncer y el Alzheimer podrían abrir nuevas vías para el tratamiento. Mientras que el cáncer está vinculado al crecimiento celular descontrolado, el Alzheimer está asociado con la muerte neuronal excesiva. Comprender los mecanismos moleculares subyacentes a estos procesos podría llevar a terapias innovadoras para ambas enfermedades.
La relación inversa entre el cáncer y el Alzheimer ofrece un rayo de esperanza para los pacientes con cáncer, sugiriendo ventajas potenciales en tratamientos futuros. La investigación en curso enfatiza la necesidad de más datos para desentrañar la compleja biología detrás de estas dos enfermedades.