Bakú, Azerbaiyán - Un reciente informe de las Naciones Unidas ha emitido una advertencia contundente sobre la creciente amenaza que representa el óxido nitroso (N₂O), un gas de efecto invernadero que está contribuyendo significativamente al cambio climático y a la degradación de la capa de ozono. Lanzado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), la Evaluación Global de Óxido Nitroso revela que las emisiones están aumentando más rápido de lo esperado, lo que requiere medidas urgentes para mitigar su impacto en el medio ambiente y la salud pública.
El N₂O es aproximadamente 270 veces más potente que el dióxido de carbono en términos de su efecto de calentamiento y representa alrededor del 10 por ciento del calentamiento global desde la revolución industrial. El gas, liberado principalmente a través de prácticas agrícolas como el uso de fertilizantes sintéticos, es la principal sustancia responsable de la degradación de la capa de ozono.
La Evaluación enfatiza que abordar las emisiones de N₂O es crucial para lograr los objetivos climáticos, particularmente el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1.5 °C. Se proyecta que al reducir las emisiones de N₂O se podrían evitar hasta 235 mil millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO₂ para 2100, lo que equivale a seis años de emisiones actuales de dióxido de carbono globales provenientes de combustibles fósiles.
Las estrategias prácticas identificadas en el informe podrían llevar a una reducción de más del 40 por ciento en las emisiones de N₂O desde los niveles actuales. Transformar los sistemas de producción de alimentos y mejorar las prácticas de gestión del nitrógeno son clave para lograr estas reducciones. Además, la reducción simultánea de las emisiones de óxidos de nitrógeno y amoníaco podría mejorar la calidad del aire, evitando potencialmente hasta 20 millones de muertes prematuras en todo el mundo para 2050.
“Un enfoque sostenible de la gestión del nitrógeno no solo reduce las emisiones de óxido nitroso, sino que también previene la liberación de otros compuestos nitrogenados dañinos”, afirmó A.R. Ravishankara, químico y científico atmosférico. El informe subraya que mejorar la eficiencia en el uso del nitrógeno en la agricultura puede generar múltiples beneficios, incluyendo una mejor salud del suelo, calidad del agua y protección de los ecosistemas.
Megumi Seki, Secretaria Ejecutiva del Secretariado del Protocolo de Montreal, subrayó la importancia de un compromiso continuo para la recuperación de la capa de ozono. “Esta Evaluación destaca la necesidad de vigilancia y acción continuas para que la capa de ozono recupere sus niveles anteriores a 1980”, dijo.
Los hallazgos exigen acciones inmediatas y ambiciosas para reducir las emisiones de N₂O como parte de una estrategia más amplia para abordar los supercontaminantes, junto con los esfuerzos para lograr emisiones netas cero de dióxido de carbono. Al utilizar las herramientas de mitigación destacadas en el informe, los países pueden abordar el cambio climático, mejorar la calidad del aire y proteger la salud pública.