En una revelación alarmante, estudios recientes han confirmado la presencia de metales pesados altamente tóxicos en el suministro de agua de La Paz, El Alto y Viacha, Bolivia. Estos hallazgos plantean preocupaciones significativas sobre la salud pública y el potencial de cáncer, ya que expertos advierten que contaminantes como mercurio, arsénico, cobalto, níquel y plomo están infiltrándose en las fuentes de agua potable y de riego agrícola.
Realizadas por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y otras instituciones independientes, las investigaciones en curso destacan los alarmantes niveles de estos metales cancerígenos, que están vinculados a actividades mineras, desechos industriales y la eliminación inadecuada de desechos humanos y animales. Jorge Vásquez, director de la carrera de Ingeniería Química de la UMSA, enfatiza: "En El Alto, hay altas concentraciones de cadmio, plomo y cobalto. El vertido no tratado de las curtiembres introduce cromo-6 en el agua, lo que plantea un riesgo severo de cáncer. Esto ocurre todos los días, y el peligro es real."
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha clasificado el arsénico, el cadmio, el cromo y el níquel como carcinógenos del Grupo I, subrayando la urgencia de abordar estos contaminantes. Si bien Bolivia carece de estudios específicos que vinculen la exposición al mercurio con el cáncer, investigaciones internacionales indican una correlación preocupante entre los mineros en otros países.
En mayo de 2023, un estudio titulado "Conflictos ambientales en la microcuenca Hampaturi" reveló la presencia de metales pesados como zinc, arsénico, hierro, manganeso y cobre en los cuerpos de agua locales. Rommel Aruquipa, químico de la UMSA, declaró: "Hemos evaluado cationes y aniones mayoritarios para evaluar los modelos hidroquímicos, revelando la alarmante presencia de estos elementos tóxicos. La zona es un punto caliente para las actividades mineras, lo que agrava el problema de la contaminación."
Más investigaciones en octubre de 2023 por parte de estudiantes y profesores de la UMSA confirmaron la presencia continua de metales pesados en Hampaturi. El profesor de ingeniería civil Waldo Vargas señaló: "Las plantas de tratamiento actuales no están diseñadas para separar metales pesados, dejándonos en riesgo. La situación es crítica."
En Viacha, la situación es igualmente grave. La presencia de cianuro, utilizado en las operaciones mineras, plantea una amenaza significativa. El director del programa de Química de la UMSA destacó que el manejo inadecuado del cianuro conduce a su infiltración en las fuentes de agua, formando compuestos altamente tóxicos. "El cianuro se convierte en ácido cianhídrico al contacto con el agua, lo cual es extremadamente peligroso," advirtió.
A pesar de estos hallazgos alarmantes, Jaime Gutiérrez, de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas), aseguró al público que la calidad del agua está siendo monitoreada rigurosamente. Sin embargo, los expertos creen que se requiere una acción inmediata. Rodrigo Castedo, especialista en monitoreo ambiental, aboga por protocolos mejorados de vigilancia y tratamiento del agua para garantizar la seguridad. Dijo: "Debemos controlar los desechos industriales, particularmente de la minería a cielo abierto, y establecer laboratorios locales capaces de detectar metales pesados en el agua."
Si bien la prevención de la contaminación a gran escala es un desafío, los expertos recomiendan filtros de agua en los hogares como una medida práctica para reducir la exposición a metales pesados. Además, es crucial promover políticas de protección ambiental y regulaciones estrictas en la minería para minimizar la liberación de contaminantes.