En un movimiento revolucionario para la industria hotelera, El Cosmico, un hotel y camping único en Marfa, Texas, está a punto de convertirse en el primer hotel impreso en 3D del mundo. Este innovador proyecto, en colaboración con la empresa de impresión 3D ICON y el Bjarke Ingels Group, contará con 43 unidades hoteleras y 18 casas residenciales en 60 acres, con finalización prevista para 2026.
Utilizando tecnología de impresión 3D de vanguardia, el proyecto tiene como objetivo redefinir la creatividad arquitectónica y la sostenibilidad. Liz Lambert, propietaria de El Cosmico, enfatizó la flexibilidad de la impresión 3D, que permite diseños únicos que a menudo son prohibitivos en costos con métodos de construcción tradicionales. "Nunca he podido construir con tan pocas restricciones y con tal fluidez ... solo las curvas, las cúpulas y las parábolas. Es una forma loca de construir," comentó.
La construcción emplea una mezcla de cemento especializada conocida como Lavacrete, adaptada para soportar el clima variable del desierto. Jason Ballard, CEO de ICON, explicó que el proceso de impresión 3D requiere ajustes continuos según las condiciones ambientales para garantizar la resistencia y durabilidad del material. "La magia ocurre en los aditivos que nos permiten seguir imprimiendo," dijo Ballard, destacando la importancia de factores como la humedad y la temperatura en el proceso de impresión.
Aunque esta tecnología abre emocionantes avenidas para la construcción innovadora, los expertos advierten sobre su impacto en los trabajos de mano de obra calificada en áreas remotas. Milad Bazli, conferencista en la Universidad Charles Darwin, señaló que a medida que la impresión 3D se vuelva más prevalente, podría desplazar algunos roles laborales tradicionales. "Ese será uno de los desafíos que debemos considerar al adoptar el método de impresión 3D," afirmó.
Previsto para ofrecer habitaciones que oscilan entre 200 y 450 dólares por noche, el proyecto El Cosmico no solo muestra el potencial de la impresión 3D en la hospitalidad, sino que también apunta a un futuro en el que la construcción sostenible y creativa puede prosperar incluso en entornos desafiantes.