Investigadores de la Universidad de California, San Francisco (UCSF) han logrado un avance significativo al crear la primera proteína de laboratorio capaz de cambiar de forma como las proteínas naturales. Esta innovación, publicada en *Science* el 22 de mayo de 2025, abre nuevas posibilidades para aplicaciones en medicina, agricultura y ciencias ambientales.
A diferencia de las proteínas rígidas tradicionales hechas en laboratorio, esta nueva proteína puede rotar, torcerse y transformarse, imitando el comportamiento dinámico de los 'camaleones' naturales cruciales en los procesos biológicos. El equipo, dirigido por la profesora Tanja Kortemme, utilizó modelos de IA como AlphaFold y computación avanzada para diseñar una proteína que puede alternar entre la unión y la no unión a un ion de calcio.
Este avance allana el camino para la creación de biosensores que responden a las señales de enfermedad cambiando de forma, administrando terapias dirigidas e ingeniería de proteínas para la limpieza ambiental y la mejora de la resiliencia de los cultivos. La capacidad de diseñar proteínas tan dinámicas podría revolucionar varios campos al permitir la creación de herramientas adaptables y altamente específicas para diversas aplicaciones.