Interfaz Neuronal BISC: Un Salto Cuántico Hacia la Comunicación Inalámbrica de Alta Velocidad Cerebro-Máquina

Editado por: Maria Sagir

Se ha revelado un avance sustancial en el campo de las neurotecnologías con la presentación del Sistema de Interfaz Biológica con la Corteza, conocido por sus siglas BISC. Esta innovación establece un canal de comunicación inalámbrico, de alta fidelidad y mínimamente invasivo, capaz de conectar el cerebro humano directamente con sistemas de cómputo externos. La información fundamental sobre este desarrollo se hizo pública el 8 de diciembre de 2025, a través de una publicación en la prestigiosa revista Nature Electronics. Este proyecto ambicioso es el fruto de una colaboración interdisciplinaria que involucró a expertos de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Columbia, el Hospital Presbiteriano de Nueva York, la Universidad de Stanford y la Universidad de Pensilvania.

La característica distintiva y verdaderamente revolucionaria de BISC radica en su chip de silicio, notable por su extrema miniaturización: su grosor apenas alcanza los 50 micrómetros. Este componente, flexible y delgado, está diseñado para asentarse sobre la superficie de la corteza cerebral, posicionándose entre el cráneo y el tejido neuronal, asemejándose a una especie de “papel secante húmedo”. A diferencia de las interfaces tradicionales que requerían unidades implantables voluminosas, BISC integra todas las funcionalidades esenciales —captación de señales, procesamiento, transmisión inalámbrica de datos y gestión energética— en un único microchip CMOS complementario. El profesor Ken Shepard, de la Universidad de Columbia, destacó que esta arquitectura permite condensar la capacidad de cálculo, que antes ocupaba un espacio considerable, dentro de un formato implantable, resultando en interfaces más pequeñas, seguras y notablemente más potentes.

Las especificaciones técnicas de BISC sitúan a esta tecnología a la vanguardia de los neurointerfaces en términos de capacidad. El chip incorpora 65.536 electrodos, lo que se traduce en 1.024 canales simultáneos dedicados a la grabación de la actividad neuronal y 16.384 canales destinados a la estimulación. El sistema logra una velocidad de transferencia de datos que asciende hasta los 100 Megabits por segundo (Mbps), utilizando una estación repetidora portátil alimentada por batería. Los creadores aseguran que este rendimiento supera en más de cien veces la capacidad de los sistemas BCI inalámbricos existentes. Esta estación repetidora facilita la conexión inalámbrica con un ordenador externo, logrando, en esencia, conectar el cerebro a la red. El profesor Andreas Tolias, de Stanford, enfatizó que BISC transforma la superficie cortical en un portal sumamente eficiente para el intercambio bidireccional de datos con la inteligencia artificial, tanto en modo de lectura como de escritura.

El potencial terapéutico que BISC promete es inmenso, ya que esta tecnología podría ampliar considerablemente el abanico de tratamientos disponibles para afecciones neurológicas graves. Los investigadores indican que el sistema tiene la capacidad de gestionar crisis convulsivas, además de restaurar funciones motoras, del habla y visuales en pacientes que sufren de epilepsia, lesiones medulares, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), secuelas de accidentes cerebrovasculares y ceguera. Para acelerar su llegada al ámbito clínico, los responsables del desarrollo fundaron la empresa Kampto Neurotech. El doctor Nanyue Zeng, uno de los ingenieros principales del proyecto y cofundador de Kampto Neurotech, describió BISC como “una forma fundamentalmente distinta de construir dispositivos BCI”, cuyas capacidades superan a las soluciones de la competencia en órdenes de magnitud.

La sinergia entre BISC y las técnicas avanzadas de aprendizaje automático y redes neuronales profundas abre la puerta a la decodificación precisa de intenciones y percepciones complejas generadas por el cerebro. El profesor Brett Youngerman, socio clínico principal del proyecto en Columbia, señaló que la combinación de una resolución de grabación ultra alta con la operatividad totalmente inalámbrica y algoritmos de decodificación sofisticados acerca el futuro de la interacción fluida entre el cerebro y la IA, beneficiando tanto la investigación como la atención médica. Las pruebas realizadas en las cortezas motora y visual confirmaron la eficacia del sistema. Además, su diseño miniaturizado allana el camino para futuras tecnologías implantables que podrían interactuar con el cerebro utilizando luz o sonido, según lo anticipó el profesor Brett Pesaran de la Universidad de Pensilvania.

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Fuentes

  • okdiario.com

  • New Paper-Thin Brain Implant Could Transform How Humans Connect With AI

  • Silicon Chips on the Brain: Researchers Announce a New Generation of Brain-Computer Interface | Columbia Engineering

  • New Era of Brain-Computer Interface Unveiled | Mirage News

  • Scientists reveal a tiny brain chip that streams thoughts in real time | ScienceDaily

  • Electrical Brain Computer Interfaces and Human Translation - BIOEE – Columbia University

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