Un aminoácido específico presente en ciertos hongos podría ofrecer nuevas esperanzas en la lucha contra la demencia. Según la Organización Mundial de la Salud, se proyecta que el número de casos de demencia en todo el mundo alcanzará los 152 millones para 2050, lo que representa un aumento de más del 35 por ciento en comparación con hace cinco años, lo que supone una carga significativa para los sistemas de salud.
Un agente prometedor contra el deterioro cognitivo es la ergotionina, una molécula que se produce de forma natural y que los investigadores denominan 'vitamina de la longevidad'. Este aminoácido que contiene azufre se encuentra principalmente en hongos como los champiñones ostra y shiitake, y se cree que posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Notablemente, la ergotionina puede cruzar la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de sustancias dañinas pero también limita la eficacia de muchos medicamentos. Se acumula en tejidos expuestos a un alto estrés oxidativo, incluidos el hígado, los riñones y el cerebro.
Las investigaciones sugieren que las personas con niveles bajos de ergotionina enfrentan un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo. Experimentos en animales de laboratorio indican que la ergotionina reduce la formación de placas amiloides, depósitos anormales en el cerebro asociados con la enfermedad de Alzheimer. Además, mejora el metabolismo de la glucosa en el cerebro, lo cual es crucial para la salud cerebral.
Un estudio piloto de la Universidad Nacional de Singapur que involucró a adultos mayores también arrojó resultados positivos. Realizado durante un año, el estudio doble ciego y controlado con placebo incluyó a 19 participantes mayores de 60 años que recibieron ergotionina o un placebo tres veces por semana. Los participantes que recibieron ergotionina mostraron mejoras en su capacidad de aprendizaje, y se estabilizaron los biomarcadores asociados con daños neuronales.
A pesar de las limitaciones debido al pequeño tamaño de la muestra, los hallazgos son alentadores, lo que impulsa a realizar más investigaciones para aclarar los mecanismos exactos y las dosis adecuadas para aplicaciones médicas. Mientras tanto, se recomienda incluir más champiñones ostra y shiitake en la dieta.