Los investigadores están explorando el potencial de la hibernación para los viajes espaciales humanos, un concepto tradicionalmente considerado imposible para los humanos. La hibernación, un fenómeno natural observado en varios animales, les permite conservar energía durante los inviernos severos al entrar en un estado profundo de reposo.
Con la exploración espacial como objetivo, la NASA está investigando formas de adaptar estos procesos para los humanos. La inmensidad del espacio presenta desafíos significativos, con algunos viajes que tardan años incluso a velocidades cercanas a la luz. La idea de la estasis humana—detener el flujo sanguíneo u otros materiales orgánicos—surge como una opción atractiva para futuras misiones.
Sin embargo, lograr la estasis humana probablemente requeriría una intervención médica considerable, ya que los humanos carecen de los mecanismos biológicos para tal proceso. Un estudio de la Universidad de Greifswald, dirigido por Gerald Kerth, examinó el papel de los glóbulos rojos, específicamente los eritrocitos, en la facilitación de la hibernación.
La investigación indica que uno de los principales desafíos de la hibernación es mantener la circulación sanguínea a bajas temperaturas corporales, lo que depende en gran medida de las propiedades viscoelásticas de los glóbulos rojos. Durante la hibernación, los animales experimentan una caída significativa en las temperaturas internas. El estudio encontró que los eritrocitos de los murciélagos se vuelven menos elásticos y más viscosos en estas condiciones, permitiendo que la circulación de oxígeno continúe.
En contraste, los eritrocitos humanos no se adaptan de manera similar y suspenden su evolución a temperaturas más bajas. Aunque las aplicaciones prácticas para los viajes espaciales pueden estar a décadas de distancia, el estudio destaca usos prometedores a corto plazo de la estasis humana inducida.
Por ejemplo, el arresto circulatorio hipoterápico profundo (DHCA) ya es utilizado por médicos durante cirugías para detener temporalmente la actividad cerebral y cardíaca. Modificar las propiedades de los glóbulos rojos para mejorar la circulación durante estos procedimientos podría revolucionar los tratamientos médicos.
En el futuro, la estasis humana podría transformar nuestra forma de abordar las misiones espaciales. Al reducir la actividad metabólica, los astronautas podrían conservar recursos durante largos períodos en un estado similar al sueño. Esto abordaría desafíos logísticos como el suministro de alimentos y oxígeno, al tiempo que aliviaría el estrés psicológico del aislamiento prolongado.
A pesar de las posibles implicaciones de estos hallazgos, es importante señalar que este estudio es preliminar y se requieren más investigaciones, como lo reconocen los autores.