Una reciente investigación publicada en Nature revela que ciertas células cerebrales crean entornos que pueden favorecer la salud o contribuir al estrés y daño, similar a las plantas en un bosque floreciente. Este estudio sugiere que las interacciones celulares locales influyen significativamente en el envejecimiento cerebral y ofrece nuevas perspectivas sobre posibles intervenciones para ralentizar o revertir este proceso.
La coautora, la profesora Ann Brune de la Universidad de Stanford, expresó su entusiasmo al descubrir que algunas células aceleran el envejecimiento de las células vecinas, mientras que otras parecen rejuvenecerlas. El equipo de investigación, liderado por Eric San e incluyendo a James Zhou, utilizó métodos avanzados de IA para analizar los datos, mientras que el laboratorio de Brune proporcionó experiencia biológica.
Los hallazgos abren nuevas avenidas de investigación, especialmente en la comprensión de cómo intervenciones rejuvenecedoras como el ejercicio pueden aumentar la resiliencia y los mecanismos de recuperación del cerebro. Esto podría llevar a estrategias novedosas contra la neurodegeneración y la disminución cognitiva.
El objetivo del estudio era explorar cómo las células se influyen mutuamente durante el envejecimiento, cambiando el enfoque de las células aisladas hacia sus interacciones en su entorno. Los investigadores identificaron 18 tipos de células, revelando que las células T promueven la inflamación y el envejecimiento, mientras que las raras células madre neurales exhiben un efecto rejuvenecedor.
Utilizando un atlas transcriptómico espacial, el equipo mapeó la expresión génica en 2.3 millones de células en 20 etapas de la vida, manteniendo las relaciones espaciales para estudiar los efectos del envejecimiento. Desarrollaron relojes de envejecimiento utilizando aprendizaje automático para predecir la edad biológica basada en la expresión génica y crearon una herramienta computacional para modelar las interacciones intercelulares.
Al hacer sus herramientas de acceso público, los investigadores buscan facilitar estudios adicionales sobre interacciones celulares en varios tejidos. La investigación proporciona información crítica sobre factores de envejecimiento y influencias rejuvenecedoras que podrían restaurar la vitalidad de los cerebros envejecidos.
Brune enfatizó la complejidad del envejecimiento cerebral, señalando que los tratamientos futuros deben adaptarse a tipos celulares específicos. El equipo espera extender sus hallazgos de ratones a tejidos humanos, mejorando la aplicabilidad de su investigación.