Expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) han desenterrado los vestigios de un antiguo taller de carpintería que data de hace aproximadamente dos milenios. Este notable descubrimiento se produjo en el departamento de Ain, Francia, cerca de la localidad moderna de Izernore. Las excavaciones se llevaron a cabo en la zona conocida como Chemin de Trabouillet, como parte de un estudio más amplio de Isarnodurum (en latín, Isarnodur), una ciudad que fue un enclave crucial en la Galia durante el apogeo del Imperio Romano.
Suela de madera de arce, equivalente a la talla 29, es decir, para un niño de 5–6 años. • © Флорио, Inrap
La conservación excepcional de los artefactos y las estructuras de madera se debe a condiciones ambientales singulares: el agua estancada y la oscuridad total dentro de los pozos. La mayoría de los hallazgos fueron recuperados de cuatro antiguos pozos ubicados dentro del perímetro del taller. Entre los elementos extraídos se encuentran peines, pequeñas cajas, componentes de calzado y tablillas de madera. La naturaleza de este conjunto de objetos permitió a los investigadores confirmar que no se trataba de una vivienda común, sino de un centro de producción artesanal especializado, dedicado a la creación de artículos de madera de alta calidad.
Uno de los pozos. • © Флор Жиро, Inrap
El análisis detallado reveló que los artesanos trabajaban principalmente con madera de boj, complementada con fresno, arce y avellano. El uso estratégico de diversas especies arbóreas permitía la fabricación tanto de objetos robustos como de piezas meramente decorativas. La presencia de piezas inacabadas, recortes de torneado y artículos casi terminados atestigua el elevado nivel de destreza de los operarios. Esto sugiere que el taller no solo atendía las necesidades de la población local, sino que posiblemente también suministraba bienes a estructuras administrativas o participaba activamente en el comercio regional.
Apliques decorativos de pared en boj (diámetro 7,4 cm). • © Флор Жиро, Inrap
Un aspecto particularmente fascinante del descubrimiento son las tablillas de escritura. Los arqueólogos lograron recuperar no menos de quince fragmentos, que incluyen tanto cuadernos de ejercicios escolares como documentos de carácter oficial o comercial. Algunas de estas tablillas conservan rastros de tinta, lo que indica su uso para el registro diario de información dentro de la ciudad. Es plausible que estas fueran fabricadas in situ, utilizando la madera local. Este hallazgo ofrece una oportunidad inusual para examinar los pormenores de las actividades escritas cotidianas de los habitantes de la antigua urbe.
De gran valor histórico son las hormas de madera destinadas al calzado infantil. Una de ellas, correspondiente a la talla 29 (según las medidas actuales), estaba diseñada para un niño de 6 a 7 años y era del tipo *sculponae*, caracterizado por una suela de madera y una parte superior de cuero. Otra horma, de la talla 27, se ajustaba a un niño de 4 a 5 años y presentaba orificios para una correa, asemejándose a una sandalia antigua. Estos pequeños objetos permiten vislumbrar la vida diaria de los residentes más jóvenes de la ciudad, detalles que rara vez sobreviven en los contextos de las excavaciones arqueológicas.
Tras ser extraídos cuidadosamente de los pozos, los artefactos fueron sometidos a un minucioso proceso de estudio por parte de los especialistas del Inrap. Posteriormente, se realizó una estabilización crucial en el laboratorio ARC-NucléART, ubicado en Grenoble. Este procedimiento fue fundamental para preservar los materiales orgánicos y los detalles de la manufactura, incluyendo las marcas de las herramientas e incluso, en algunos casos, las huellas dactilares dejadas por los propios artesanos.
El hallazgo del taller en Izernore constituye una ventana única al modo de vida y la maestría técnica de los artesanos romanos. Los objetos de madera, las herramientas y las tablillas proporcionan información valiosa sobre las técnicas artesanales, las dinámicas comerciales y la vida diaria de la ciudad. Los arqueólogos locales y el Museo de Izernore han unido esfuerzos para organizar la exposición “Pozos del conocimiento: 240 años de excavaciones en Izernore”. Esta muestra presentará estas raras piezas al público y estará abierta desde el 21 de septiembre de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2026.
Las excavaciones y las investigaciones subsiguientes están permitiendo reconstruir la imagen de una ciudad donde, detrás de la grandeza imperial, se encontraban las manos de maestros comunes. Su conocimiento y habilidades se transmitían de generación en generación. Estos descubrimientos son un ejemplo excepcional de cómo las artesanías antiguas influían en la vida cotidiana y el comercio, perdurando en la memoria arqueológica a lo largo de dos milenios.
