Arqueólogos en Beçin, cerca de Milas, en la provincia de Muğla, Turquía, han descubierto un sitio de cremación completo que data de hace 3.000 años. Este importante hallazgo arroja luz sobre las prácticas funerarias de la antigua Anatolia.
Las excavaciones, dirigidas por el Prof. Dr. Kadir Pektaş de la Universidad Medeniyet de Estambul, revelaron 12 urnas de cerámica a una profundidad de 1,5 metros en la zona noreste del sitio. Estas urnas contenían las cenizas de individuos, lo que sugiere un complejo ritual funerario en lugar de un simple entierro. La presencia de lo que parece ser una pira circular cerca de las urnas refuerza la idea de una ceremonia elaborada.
Las evaluaciones preliminares sitúan estas tumbas en el Período Arcaico (siglos VIII–VI a.C.), lo que convierte a este sitio en uno de los pocos identificados de esa época en Anatolia Oriental. El Dr. Pektaş enfatizó que "la presencia de este artefacto característico indica que la cremación no era una simple práctica de entierro, sino parte de un ritual funerario complejo", subrayando la naturaleza ceremonial de los hallazgos.
El sitio de Beçin, reconocido por ser la cuna del Principado de Menteshe en la Edad Media y actualmente en la lista provisional de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ahora muestra una historia aún más profunda. Estos nuevos descubrimientos amplían la cronología del área en más de dos milenios, conectando la región con las civilizaciones anatolias tempranas y ofreciendo una perspectiva más rica de su pasado.
La importancia de este descubrimiento radica no solo en la antigüedad de las tumbas, sino también en la información que proporciona sobre las creencias y rituales de las comunidades que habitaron Anatolia hace tres milenios. Estos hallazgos invitan a una mayor exploración para comprender plenamente el contexto cultural y social de estas antiguas prácticas funerarias y su lugar en la historia de la región.