Un importante hallazgo arqueológico ha sido desenterrado en la antigua ciudad de Attouda, ubicada en la región de Denizli, Turquía. Se trata de un santuario dedicado a la diosa madre frigia Matar (también conocida como Kybele o Kubela), que data de hace aproximadamente 2,600 a 2,800 años, situándose entre los siglos VIII y VI a.C.
Este descubrimiento amplía el conocimiento sobre las fronteras religiosas de Frigia, extendiendo su influencia hasta Denizli en Anatolia occidental. El complejo religioso, localizado en la colina de Asar, la antigua acrópolis de Attouda, revela un espacio sagrado donde se realizaban rituales en honor a Matar. Entre los elementos encontrados se incluyen un monumento rocoso abierto, una cueva sagrada y un ídolo de piedra doble, representativos de la diosa de la fertilidad y la abundancia en Anatolia.
La excavación, parte del programa "Patrimonio para el Futuro" del Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, ha sido científicamente dirigida por la Profesora Asociada Bilge Yılmaz Kölantzi de la Universidad de Pamukkale. Este hallazgo es notable ya que hasta ahora, los ídolos de piedra dedicados a la Diosa Madre solo se habían encontrado en la Frigia montañosa.
La Profesora Asociada Kölantzi destacó la importancia del descubrimiento, afirmando que "la presencia de los ídolos, las efigies de piedra y el santuario dedicado a la Diosa Madre demuestran que los límites religiosos de los frigios llegaron hasta la Anatolia occidental. Es una fuente primaria significativa para comprender la expansión de las creencias espirituales frigias". expansión de las creencias espirituales frigias". El sitio sagrado también albergaba numerosos cuencos para libaciones tallados en piedra, canales y pozos, indicando rituales de ofrendas de pan y agua, símbolos de fertilidad y abundancia.
Attouda, una antigua ciudad de Caria y Frigia, ocupaba una posición estratégica y floreció durante los períodos Helenístico, Romano y Bizantino. Su ubicación sirvió como un vital centro político y estratégico, conectando la Anatolia oriental con la costa del Egeo. El descubrimiento del santuario de la Diosa Madre en Attouda marca un hito para la arqueología de Anatolia, revelando la profundidad de la espiritualidad frigia y solidificando el papel de Attouda como un centro religioso crucial.
La Profesora Asociada Kölantzi expresó optimismo, señalando que "cada capa que desenterramos nos dice más sobre la vida espiritual de las comunidades antiguas. El santuario de la Diosa Madre, más allá de ser un refugio religioso, es un puente que une culturas y muestra cómo se expandieron las creencias, demostrando la adoración de la fertilidad y la búsqueda del favor divino por parte de los pueblos antiguos, hace casi tres milenios".