Arqueólogos han desenterrado un kit de caza de 6500 años de antigüedad en una cueva dentro del Parque Nacional Big Bend de Texas. El descubrimiento, realizado en el Refugio Rocoso de San Esteban, incluye un bumerán de vuelo recto, fragmentos de astil de dardo, astiles de dardo con punta de piedra, astiles de madera dura y un atlatl parcial, junto con una piel de berrendo doblada.
El equipo del Centro de Estudios de Big Bend y el Fondo de Investigación Arqueológica Odyssey de la Universidad de Kansas excavó cuidadosamente el kit, revelando lo que algunos llaman el hallazgo más antiguo de este tipo en América del Norte. Según Bryon Schroeder, director del Centro de Estudios de Big Bend, el conjunto sugiere que un cazador hizo una pausa en la cueva para reparar su equipo.
El estado de los artefactos permite una reconstrucción detallada, proporcionando información sobre la tecnología y la planificación de los primeros habitantes. Los expertos sugieren que la cueva sirvió como sitio para el mantenimiento de herramientas y potencialmente actividades rituales. Devin Pettigrew, experto en armas y profesor asistente en CBBS, señaló que les falta el extremo del mango del atlatl, pero saben lo suficiente para reconstruirlo. El descubrimiento incluye heces humanas y una piel de berrendo curtida, que ofrece un contexto humano único. La piel tenía agujeros espaciados, lo que sugiere que estaba atada a un marco para suavizarla, una práctica común entre los grupos históricos de las llanuras. Se espera que el hallazgo tenga un impacto significativo en la investigación arqueológica en América del Norte.