Arqueólogos de la Universidad Sapienza han realizado dos descubrimientos notables durante sus investigaciones en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.
El primer hallazgo se refiere a la datación del sitio. El análisis del suelo bajo la iglesia indica que el área fue históricamente ocupada por una vasta cantera. Las pruebas incluyen cortes profundos en la roca y restos de piedras sin trabajar.
El segundo descubrimiento reveló que la parte noreste del complejo del templo también fue modificada por humanos. Los arqueólogos encontraron una plataforma de piedra cuidadosamente elaborada y restos de un santuario romano que, sin embargo, no está relacionado con el cristianismo, ya que resultó ser pagano, según TerraSanta.
En una exploración separada, el descubrimiento de la Sala Alta de Sion en Jerusalén podría proporcionar información sobre la ubicación del legendario Santo Grial. Los investigadores están estudiando un edificio de dos pisos en el Monte Sion en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Además, los arqueólogos descubrieron un cuerpo decapitado con un cráneo de carnero en lugar de la cabeza en una tumba excavada. Este fenómeno se había encontrado previamente solo una vez por especialistas que estudiaban sitios funerarios en Altai.